viernes, 13 de marzo de 2020

Estado de alarma en diferido.



Sánchez debería de haber convocado un Consejo de Ministros urgente y comunicar el Estado de Alarma una vez declarado. Anunciar que se va a declarar mañana sí que provoca alarma, y el Estado de Alarma se declara para controlar una alarma ya declarada en la sociedad, no para provocarla.

Así ya tendría las atribuciones necesarias para poder controlar cualquier cosa que suceda desde ahora mismo. Las medidas que se tomen en base a ese estado de Alarma ya declarado sí pueden anunciarse o aplazarse, pero se puede actuar con poderes reforzados de producirse cualquier alteración.

¿Cómo va a controlar y evitar ahora la avalancha de desplazamientos que sin duda se va a producir tras este anuncio? Y con esos desplazamientos, el riesgo de expansión del virus se multiplicará.

Las alarmas declaradas en el País Vasco y Cataluña no se anunciaron previamente, y tal como se pretenden usar atribuyen a dichas autonomías poderes que no son de su competencia. Por eso la urgencia del Estado de Alarma, además de para ser más eficientes en el control del virus también tiene el componente de forzar a la unidad de acción. Y me temo que no es esa unidad la que quieren los nacionalistas, sea para controlar una epidemia o para lo que sea.

El atraso en la comparecencia de Sánchez puede que tenga mucho que ver con eso y con presiones y amenazas de retirarle el apoyo para que pueda seguir de Presidente, y con negociaciones con esas fuerzas políticas comunistas, que querrán sacar tajada, por parte de Iván Redondo. La cuarentena no va a anular a Iglesias.

El Gabinete de Presidencia que dirige el asesor tiene como misión mantenerlo como Presidente, pero su misión no es gobernar. Eso lo debe hacer el Presidente, o sea la alta dirección, no el departamento de márketing.

Espero que esos nacionalistas no se aprovechen de la coyuntura para sus propósitos con la excusa de proteger la salud de sus ciudadanos pues entonces nos encontraríamos en la necesidad de declarar el Estado de Excepción. Y tener a un inepto y unos extremistas en un Gobierno con poderes plenos podría ser el remate.