domingo, 8 de marzo de 2020

Irresponsable alegría.


Me parece una irresponsabilidad no suspender las Fallas ni otros eventos multitudinarios, como las manifestaciones del día de la mujer y otras que se celebrarán al transmitirse la sensación de la ausencia de riesgo. El riesgo es que, de producirse contagios masivos en un corto espacio de tiempo, colapsen los servicios sanitarios. Ello haría que los casos graves no pudieran ser atendidos debidamente y como consecuencia aumentara la letalidad. Estamos copiando los errores que se cometieron en Italia y en el momento en que empecemos a aplicar test con el criterio que ahora tienen allí, veremos el susto.

No quiero alertar, el virus posiblemente se convertirá en algo con lo que convivir una vez tengamos la vacuna, como pasa con el de la gripe, pero su capacidad de contagio es más elevada y parece que mata más, al menos más rápidamente, por lo que requiere medidas de contención que no se están llevando a cabo. Precisamente para impedir que el inevitable número de contagios se produzcan al mismo tiempo.

No es lo mismo suspender eventos multitudinarios que tener que aislar a millones de personas, pero si no se suspenden esos eventos aumenta el riesgo de que al final se tengan que tomar medidas tremendamente drásticas. Se trata de decisiones políticas que luego obligan a tomar esas decisiones médicas. Sería preferible oír a los médicos para prevenir antes de que tengan que salir a curar. Si pueden y no caen enfermos también ellos, claro.