Vamos a ver si nos dejamos de imbecilidades, las protestas que se producen en Europa no son por la muerte de alguien ni contra el racismo, son contra el sistema, como ocurre en Francia, y contra Trump al que pretenden culpabilizar de que un bestia metido a policía asesinara a un detenido. Y contra la derecha en general.
Buscan desestabilización en favor de populismos extremistas de izquierda, nada que ver con el racismo. Aprovechan y usan una muerte en beneficio de determinadas ideologías antisistema y populistas.
Ni uno de esos estúpidos genuflexos va a protestar por el expolicía negro asesinado en los tumultos. Y eso porque fueron negros sus asesinos. Así que, si de verdad se tratara de racismo, esos estúpidos serían los primeros racistas, pues condenan los crímenes por depende el color de la piel de quien los comete.
El que algunos mandatarios de distintos países se sumen a esta campaña, no responde más que al miedo de que en sus países se puedan contagiar de esta campaña violenta, que se excusa en una muerte para provocar otras. O sea, se debe a la cobardía y al disimulo. As aquello de "¡a mí no, que soy de los vuestros!".
