Los tres jueces amigos de Marlaska que han tumbado la sentencia inicial de la Audiencia Nacional que rehabilitaba al Coronel de los Cobos, diciendo ahora que su destitución fue motivada, mienten. Y mienten desde el principio al decir que al coronel no se le preguntó por el contenido de las investigaciones (declaradas secretas por el juez) sino por el desarrollo de las mismas.
El desarrollo de esas investigaciones era perfectamente conocido por aquellos que le preguntaban, pues eran sus jefes directos y estaban al tanto. Lo que querían saber, por orden del Ministro, era el contenido, lo que se había averiguado. Además de que las primeras declaraciones del Ministro, y de la Directora General de la Guardia Civil, no iban por ahí. Estos jueces han prevaricado con toda seguridad en su afán corporativista de salvar a su colega, y a algo más.
Espero que el recurso del coronel ante el Supremo no corra la misma suerte. La Audiencia Nacional está tomada desde los tiempos de Garzón por una mafia judicial de izquierda militante. No son todos, pero los jueces que no pertenecen a ella está sitiados. Y, como se ha visto ahora, desautorizados por esa banda a poco que puedan.
Y ahora andan en eso de proteger al Pollo para que no sea extraditado y evitar así que declare y deje con las vergüenzas al aire a sus camaradas, Gobierno incluido. Curioso que Garzón sea el defensor de los Narcos, incluyendo al Pollo Carvajal. Han suspendido cautelarmente la entrega a EEUU hasta que el Ministerio del Interior resuelva la petición de asilo solicitada por su defensa en junio de 2019, y resulta que esa petición de asilo fue rechazada el 23 de septiembre de ese mismo año. O sea, está resuelta desde hace dos años.
Esto daría para una novela de Tom Clancy, en la que el desenlace pasaría por raptar al Pollo y hacer que cantara. Las complicaciones diplomáticas derivadas de ello se esfumarían en cuanto cayese el gobierno como consecuencia de lo que cantase el Pollo.
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