Podredumbre no extirpada.

 

Impresentable. E incomprensible que no haya sido Feijóo quien le expulse. La fiscalía europea ha dejado claro que la operación que llevaron a cabo contra Ayuso fue una sirvengozonería sin base alguna que ha estado a punto de cargarse a la derecha. Y aún está por ver si no lo hará, pues el PP no está a la altura manteniendo en su seno a muchos de los cómplices de esa miserable operación.
Tras la decisión de la justicia europea sobre el asunto, lo lógico sería la inmediata expulsión de Casado y de todos quienes aplaudieron y apoyaron aquel dislate. Si Ayuso se plantara y decidiera abandonar un partido que le abandona a ella se acabaría Feijóo, el PP y la derecha sumisa a esta izquierda de la que copia modos.
Feijóo no necesita a toda esa caterva de traidores, Sánchez le está poniendo fácil el poder ganar sin ellos. Con esta gente dentro, el partido no es fiable.


Lo ético, moral y elegante sería que este elemento pidiera perdón a Ayuso y a continuación abandonara el partido. La memez blandiblú de Feijóo ha permitido esta impresentable pataleta desde el panfleto de cabecera de Sánchez, que deja claro donde están las lealtades de este traidor. Ayuso es la enemiga a la que teme Sánchez, al que toda esta panda ha estado ayudando para desprenderse de ella. Y éste PP no sólo no ha cortado de raíz esta mala hierba sino que la sienta en su misma mesa.