Los Goya, expresión de la miseria moral de una sociedad enferma.

Sánchez tardó doce horas en dar el pésame por el asesinato de dos guardias civiles por el narco, pero él habla de "muertes", como si hubieran fallecido de muerte natural y no asesinados por su dejación y la de su Ministro Marlaska. Los subvencionados del cine ni siquiera eso, no tuvieron ni un minuto para recordar el asesinato de quienes nos protegen. Claro que esos que nos protegen hacen que a muchos de estos titiriteros se les complique el suministro de lo que sea que consuman.

Tampoco se acordaron de esos agricultores y transportistas que protestaban a las puertas del teatro frenados por 1.300 policías -¡1.300!- mientras el narco se hace con el sur de España por falta de medios en las Fuerzas de Seguridad. No hay dinero para ellos, pero sí para el cine -a fondo perdido, por mucho que diga Almodóvar- y para pagar el helicóptero y el Falcon que tuvieron que recorrer por dos veces la distancia Madrid-Valladolid que en coche se recorre en dos horas; no fuera a ser que molestaran a Sánchez -el mito- y se le torciera la pajarita.

La indignidad se remató ayer con la ocultación por parte de TVE de la negativa -por cuatro veces- de la viuda de uno de los guardias civiles asesinados, que a gritos impidió los intentos de Marlaska de imponer la medalla concedida a su marido sobre su féretro. La indignidad tapando la dignidad del dolor mientras otros indignos estaban de fiesta.

Nunca una entrega de los Goya ha retratado mejor la degradación a la que estamos llegando.
Y como apunte final, el cine ha recibido 167 millones en ayudas públicas mientras en taquilla recaudó 81 millones, menos de la mitad. Y como esas entradas tienen el IVA reducido del 10% lo que el estado recupera son apenas 8 millones Eso es a lo que Almodóvar llama recuperar con creces. A saber quién es ese "creces".

Aunque no quiero olvidar lo de la Ministra de Igualdad que se ha vestido de cuadro al óleo, literalmente. Cuadro que poco tiene que ver con su supuesto republicanismo pues representa a una Infanta de España, la infanta Margarita de Austria. Acabásemos.