El que Feijóo haya intentado rebajar esta reacción del PP haciéndose el equidistante tampoco ayuda. No es de recibo apoyar a quienes insultan sin parar tan sólo porque ahora se sienten insultados ellos. Mucho menos si esa reacción histérica conlleva una seria crisis diplomática que nos afectará a todos. Begoña la conseguidora no es una institución del Estado, ya está bien de deificar a su Sanchísima Divinidad.
A Milei se le insultó y se le sigue insultando desde el Gobierno mencionándolo directamente. Él no ha mencionado ni a Sánchez ni a su mujer, pero el Autócrata se dio por aludido y se ha descompuesto con un berrinche al que inexplicablemente se han sumado demasiados. Chavismo puro y duro. Ridículamente peligroso. No se puede ser equidistante.
El problema no es lo que haya dicho Milei sino lo que se ha evidenciado tras sus palabras. El rumbo de España no puede cambiar por los caprichos, problemas conyugales, intereses o rabietas del Presidente; eso no es propio de una democracia.
La nuestra está en peligro por culpa de la izquierda y extrema izquierda, elevada al poder por delincuentes a cambio del perdón de sus delitos y que culpa de poner en peligro esa democracia a quienes deberían estar defendiéndola con uñas y dientes pero tienen miedo a despeinarse o están más ocupados a pelearse entre ellos que en plantar cara a esta banda corrupta.
Puede que Miley haya sido el catalizador para que muchos abran los ojos y, como en el cuento, vean que el rey está desnudo. Aunque a Sánchez no le importaría su desnudez si en efecto ocupara el lugar del Rey.
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