La Europa kirschnerista.

Milei es el Presidente de Argentina, el Jefe del Estado de ese país amigo, elegido por una amplia mayoría de argentinos, rara vez dada. Y aquí se le insulta por los adoradores de un dios menor que no ha ganado las elecciones.
Además, es liberal hasta el extremo, liberal libertario, pero no es extrema derecha; eso es un bulo de los fabricantes de fango para intentar descalificarle. La extrema derecha es estatista, no liberal. Y hasta sus amigos de Vox están en otra onda pues se han desprendido del ala liberal. Se vio gráficamente cuando Le Pen abandonó el salón de actos durante su reciente discurso en Vista Alegre.
Lo único que les une es su anticomunismo, que no es poco. Pero ser anticomunista no es ser ultra, sino ser demócrata. El comunismo no lo es por mucho que se adjetive. ¿O acaso es una democracia Corea del Norte, oficialmente República Popular Democrática de Corea? ¿Lo era la Alemania del Este, la del muro, la que se denominaba República Democrática de Alemania y disparaba a quienes querían huir de ella hacia la libertad? Y así varios países más con regímenes totalitarios comunistas.
Milei va avisitar otros países europeos democráticos y el recibimiento que le van a dar (o iban a dar, puesto que él se ha negado a una reunión con Scholz y obligado a anular la recepción con honores militares por culpa de que desde el gobierno Alemán se ha calificado de "desagradables" sus declaraciones contra Sánchez) nada tiene que ver con lo que aquí se va a hacer a nivel estatal, que es nada. Ha sido Milei quien ha hecho anular el recibimiento que Alemania tenía previsto. Así que Alemania también se ve afectada por la "locura de amor" de Sánchez.
Ahí se ve la medida de en donde estamos y hacia donde vamos. Y hacia dónde va Europa por seguir a Sánchez en un caprichoso y descerebrado movimiento de ruptura diplomática con Argentina, muy alejado de lo mayoritariamente expresado por los europeos en las recientes elecciones. Y del sentido común e interés de los ciudadanos.
Ninguno de estos mandatarios europeos tiene el abrumador apoyo democrático de sus ciudadanos que tiene Milei. Así que, si de democracia hablamos, les gana por goleada.