Volvemos al "¡Aló Presidente!"

La primera parte no ha estado mal, incluyendo el reconocimiento de que aún hay deficiencias y sitios a los que no se puede acceder. Pero es todo retórica, un discurso bien preparado; aunque no ha estado tan bien eso de decir que el Gobierno va a movilizar todos los recursos que sean necesarios. Lo que debiera haber sido es que eso lo dijera en presente, no en futurible, pero para ello debería de haber movilizado ya todos esos recursos, y no es así. Palabras, como siempre.
Tampoco está tan bien eso de dejarlo todo en manos de la Administración Autonómica, que se debe de encargar de pedir los recursos necesarios, en vez de ser el Gobierno quien los ponga a ayudar sin esperar petición alguna. Lo importante es paliar la tragedia y lograr la máxima efectividad, no preservar estructuras políticas, sobre todo si se muestran ineficaces. Y para ello hace falta un mando, una estructura de mando que tenga acceso y autoridad sobre todos los recursos; y una Comunidad Autónoma no la tiene.
Está rehuyendo la responsabilidad del Gobierno, a quien relega al papel de convertirse en una oficina de recepción de peticiones, aunque impidendo una estructura ejecutiva que pueda cumplir con ellas.
Quiere delegar la responsabilidad en la Comunidad Velenciana, así que ya se puede ir preparando Mazón para cuando se acabe la urgencia y arrecie el politiqueo. Le hará responsable hasta de la velocidad del viento.
Pero ya ha empezado a encontrar un culpable, y ese culpable es el cuento del cambio climático. Y ya está bien con la cantinela.