Porque ya le vale al tontito presumido y endiosado "juez estrella". Ahora quiere ir de periodista, de analista político y hasta de presentador y moderador de debates. Antes se conformaba con querer ser político y ministro.
Hasta que la venganza le llevó a ser el vengador justiciero y remover el asunto de los GAL y los fondos reservados, no por sed de justicia sino por sed de venganza. Metió en la cárcel a comensales suyos y compañeros de aventuras políticas, y hasta le puso una X a Felipe González quien, de no ser por Aznar, hubiera tenido que sentarse en el banquillo de los acusados frente al su ex número dos por Madrid ,transmutado en el vengador justiciero.
No se llevó hasta las últimas consecuencias el asunto de los GAL por no desprestigiar más de lo que lo estaba, gracias a la gestión socialista, el Estado de Derecho. Fué una decisión política y de ello la figura de Garzón salió reforzada. Luego, le dió por conseguir fama internacional intentando hacer justicia con Dictadores extranjeros y militares golpistas, de un sólo signo político, claro.
Después decidió hacer algunos ridículos en macro operaciones contra la droga, para a renglón seguido pedirse unas vacaciones e ir a EEUU, ¡vade retro!, a hincharse a ganar dinero y a estudiar algo de asuntos terroristas y antiterroristas. Luego decidió volver respondiendo a la llamada de socorro que se le hizo desde el Gobierno para evitar que un juez sustituto, homosexual por más señas, demostrara que tenía mucho más de lo que por su condición sexual se podría sospechar de aquello de lo que los hombres hemos hecho un símbolo de valentía.
Yahora.., ahora va de historiador. Y como tal, va y se remonta a cuatro años atrás y empieza a pensar en sentar a otro expresidente del Gobierno español en el banquillo. ¡Por la guerra de Irak! A éste paso y de permitírsele seguir por ese camino, a lo mejor decide empapelar también a la Generalitat por haberse rebelado contra la II República y declarar la independencia de Cataluña; así algunos pueden que se enteren que su tan amado y admirado Companys no fue otra cosa que un traidor a la República y ésta lo encarceló hasta que decidió que fuera le servía mejor.
Habrá que recordarles que Azaña hizo lo posible y algo más por lograr el encaje del Estatuto en la Constitución, pero no tardó en percatarse de la insaciabilidad del nacionalismo: el 6 de octubre de 1934 Companys, coincidiendo sin inocencia con la insurrección de Asturias, volvió a proclamar el Estat Català.
Podríamos seguir con la clase de historia y aprovechar para rememorar que en el artículo 50 de la Constitución republicana de 1931 se lee lo siguiente:
"[Las] regiones autónomas podrán organizar la enseñanza en sus lenguas respectivas de acuerdo con las facultades que se concedan en sus Estatutos. Es obligatorio el estudio de la legua castellana, y ésta se usará también como instrumento de enseñanza en todos los centros de instrucción primaria y secundaria de las regiones autónomas. El Estado podrá mantener o crear en ellas instituciones docentes de todos los grados en el idioma oficial de la República. El Estado ejercerá la suprema inspección en todo el territorio nacional para asegurar el cumplimiento de las disposiciones contenidas en este artículo [...]".
Lo anterior les parecería poquísimo a los actuales Ciu y ERC pues lo que han conseguido es mucho más. ¿Seguirán algún día el ejemplo de su tan cacareado catalanista Companys? ¿Los tendrá entonces que empuar y encarcelar Garzón? No lo creo.
Y no lo creo, porque estará muy ocupado con las rentas que obtendrá por los favores, que está empezando ya a hacer, al Nacional Socialismo de Zapatero y compañía, sumándose al ataque al PP. O sea, a media España. Cualquier cosa menos por lo que cobra, mejor dicho, por lo que le pagamos. Y no es por tomar partido políticamente por lo que lo hacemos precisamente.
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