domingo, 8 de abril de 2007

Compromisos incumplidos

Dicen los hijos de puta de la ETA en Gara que, cuando se refieren a que el Estado ha incumplido sus compromisos, están refiriéndose al incumplimiento de los que el PSOE había llegado con la banda; pero los verdaderos compromisos incumplidos son los de Zapatero con quienes lo eligieron, y con el pueblo español, cuando se comprometió a defender la Constitución y a cumplir y hacer cumplir las leyes.

Los compromisos a los que hubiera llegado el PSOE con estos hijos de puta los convierte a todos ellos en la misma clase de degenerados, incapaces de comportarse de forma honesta, pues deshonesto es llegar a tales compromisos en nombre del Estado por quienes no son el Estado, por mucho que estén practicando políticas totalitarias que así lo propugnan. El PSOE no sólo no es el Estado sino que es su mayor enemigo, al menos del Estado de Derecho, con el que jamás estuvo de acuerdo, pues no cree en su propia base: la división de Poderes.

Todo lo demás no es más que fruto de una tremenda campaña publicitaria apoyada por los medios de comunicación, casi todos, y que intenta descalificar a los pocos que lo denuncian. El acusar al mensajero se ha convertido en una falaz argumentación de todos los que están al servicio de la causa. La causa la confunden con la verdad suprema, y en nombre de ella todo es válido.

Los pocos medios que se dicen independientes están infiltrados por trabajadores afines a la causa y que no dudan en absoluto en, disfrazados de justicieros, aplicar las teorías totalitarias para acallar las voces que más daño creen que pueden hacer a su verdad suprema. Es el caso de los medios digitales, en donde las voces que dejan son las que pueden ser tachadas de extremistas y fanáticas, sin enjundia ni nivel intelectual. Con ello no hacen más que colaborar en la idea que se pretende mostrar de una derecha trasnochada y anclada en el pasado, descerebrada y amante de los símbolos. No hay más que pasearse por la red para comprobarlo.

2 comentarios:

  1. Así es, hemos podido comprobar de sobras la manipulación de los medios digitales. En ninguno permiten decir lo que realmente está pasando, sean de la ideológia que sean, o repites sus consignas o usan burdas trampas con acusaciones inexistentes para echarte.
    Si ello ocurriese en una ideológia, podría considerarse normal, ya se sabe... Pero que sea en todas, cuándo lo denunciado es siempre lo mismo, sin cambio en un lado ni en otro, ya demuestra la existencia de torpedos que solo pretenden manipular la opinión pública.
    Y los borregos callan.

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