La Gran Mentira

Ya la están urdiendo, y para ello ya tenemos las primeras declaraciones del Ministro de Justicia y del Fiscal General del Estado. Preparan el terreno para exponerla: "El PP no acata lo que dice el Supremo y ha sido éste y no el gobierno quien autoriza a los etarras a estar en las elecciones."

El que no ha entrado al trapo de cabeza ha sido, curiosamente, Rubalcaba, quien, o se está reservando o está hasta las narices de los papelones que le están haciendo adoptar últimamente. Y la Gran Mentira va a ser el decir a los cuatro vientos y con altavoces que el PP no acepta ni acata ni respeta a los Tribunales más que cuando le interesa. Y no es cierto en absoluto, al menos en esta ocasión. Y no es sólo el PP.

El PP y muchos más, yo entre ellos, acatamos la decisión del Supremo, que no podía ser otra habida cuenta el procedimiento elegido por el Gobierno para impugnar las listas. El propio Tribunal así lo ha dicho en su pronunciamiento. La maniobra contra el PP tiene la intención de que pase a segundo o tercer plano precisamente lo que el Supremo reprocha al Gobierno.

Y lo que el Supremo reprocha al Gobierno es lo mismo que muchos le reprochábamos ya desde hace días: que no utilizara el procedimiento que la Ley de Partidos pone a su disposición para proceder a una ilegalización de un partido entero y no a la mitad de sus listas. Además de que no es de sentido común el que un partido tenga listas legales y listas ilegales. Si hay motivos para ilegalizar a la mitad de sus listas, los hay para proceder a su ilegalización como partido. Pero no a través del procedimiento elegido, ni a través del Código Penal como en el caso de Garzón.

La maniobra es de libro, y no es entendible más que porque hablamos de un gobierno que tiene una capacidad mediática y un electorado tan manipulable como para que se deje engañar. Pero no todos somos así, y no todos rezamos a Zapatero al irnos a dormir.

Zapatero y de la Vega dijeron que el Gobierno iba a hacer todo lo legalmente posible para impedir que ETA estuviera en las instituciones. Y no lo han hecho. La Vicepresidente afirmó que Batasuna no se presentaría a las elecciones, en una falsa maniobra en la que parecía decir una cosa cuando lo que decía no era más que una obviedad: Batasuna no estará porque no existe como tal legalmente. Pero sus miembros sí, y ahí están.

El PP y los que protestamos y protestaremos al lado de la AVT, sí aceptamos y acatamos las resoluciones judiciales; lo que no aceptamos es un Gobierno que miente. No aceptamos a un gobierno que presenta sus recursos ante los tribunales de tal forma que impiden que éstos se puedan pronunciar sobre el fondo de la cuestión. No aceptamos a un Gobierno que incumple con su deber de hacer cumplir las leyes. No aceptamos a un gobierno evidentemente más cercano a los verdugos que a sus víctimas. No aceptamos a un gobierno que nos engaña y traiciona. Y que no explica por qué.