miércoles, 30 de abril de 2008

El PPSOE o como caer en la trampa.


El PP se ha creído todo lo que la campaña del PSOE decía sobre él.

Que si era extrema derecha, que si Acebes mintió, que si Zaplana era un facha y un lastre, que con esa actituda nunca ganarían, etc... Pues bien, el PP de Rajoy se lo ha creído y en vez de convencer a la opinión pública de que no es cierto, lo acepta como bueno y rectifica. Pero rectifica para gustarle al PSOE, no a sus votantes, olvidando que en esta ocasión el triunfo del PSOE también ha sido producto de unas elecciones condicionadas por la actuación del terrorismo. Y en este caso apareciendo el PSOE como víctima directa del terrorismo y el PP como el intransigente que, al no querer negociar, poco menos que era responsable de ello.

El PP, en vez de intentar convencer a más gente de su postura, lo que hace es apearse de ella, y como consecuencia estamos asistiendo a unas incongruencias que le están haciendo la vida muy fácil a Zapatero. Y la prueba está en lo acaecido en las Cortes. Hoy se habla de la incongruencia del voto favorable del PP al trasvase del Ebro a Barcelona, pero no se habla de la tremendísima incongruencia y cambio total de postura del PSOE. El PSOE ha pasado del no rotundo al trasvase del Ebro y el desmantelamiento del Plan hidrológico Nacional proyectado por el Gobierno de Aznar, a apoyarlo sin rubor. Bien es cierto que no le llama trasvase para seguir al menos siendo coherente con algo ya inherente al PSOE: el engaño a base de cambiar el significado de las palabras.

Se habla de la incoherencia del PP al haberse abstenido en la votación a las medidas económicas del gobierno después de haberlas criticado duramente. Esto sí es una tremenda incoherencia que obedece tan sólo a un lavado de imagen en el sentido que he apuntado antes: no hacerse antipático al PSOE. La abstención es el "no sabe, no contesta". Si el PP cree que las medidas son insuficientes y contrapoducentes, si tiene otras propuestas alternativas que cree mejores, lo coherente es votar en contra, no la abstención. Pero en cualquier caso se habla de eso y no de las contradicciones del Gobierno o de las fanfarrias, ocultaciones y falsedades en el amañado y vergonzoso programa del lunes en TVE a mayor gloria de Zapatero.

El goteo con el que van abandonando el barco del PP algunos de sus pesos pesados, es paralelo a la creciente rendición de dicho partido y a su desidia a la hora de actuar como oposición. La alegría de su bisoña portavoz cuando alcanzó un acuerdo con el PSOE para obtener exactamente el mismo número de presidencias de comisiones que en la legislatura pasada, ya es una prueba evidente de que se acabó la oposición. Si tienen más votos, más diputados, y además hay ahora tres comisiones más que antes, el tal éxito no es más que un paso atrás, un fracaso estrepitoso; pero ya estamos con la misma pose de mentir como el PSOE. Se ve que como han visto que funciona y que la gente se deja engañar, pues se apuntan a la moda. Pero olvidan que esa gente que se deja engañar ya ha sido engañada, y muy a gusto, vota PSOE. Los votantes naturales del PP no son gentes propicias a la manipulación o que puedan ser engañadas fácilmente, o al menos no tanto. Y la prueba es la propia rebelión de los votantes del PP que se está produciendo.

El circo interno del PP y su anulación total como oposición en aras a la adhesión inquebrantable a Rajoy, no son buena noticia. Como tampoco lo es el que el PSOE haya dejado de ser socialista y se haya convertido en zapaterista. Los personalismos no son buenos, y el culto al líder no es más que un síntoma de la desaparición de la democracia. Interna y externa.

1 comentario:

  1. Con el PP nunca ha habido Oposición. Demasiado blando, cuidar mucho lo que dice, hablar con miedo... Y como dices, ahora copia lo malo de Zapatiestos.
    Todo esto es un absurdo, tenemos los peores políticos del mundo, y me refiero a TODOS, de cualquier color.

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