viernes, 20 de junio de 2008

El cónclave.

Rajoy vuelve a insistir en un PP de centro.

Confieso que el nombramiento de Cospedal me hizo albergar alguna esperanza de que el PP retomara la vía de los principios. A pesar de que su postura con respecto a María San Gil de la inminente Secretaria Generala -¿es así?- no me gustó nada y me hizo atisbar un deje de miseria moral en su intento de descalificación de la valiente y coherente política vasca, dicho nombramiento y la línea que representa, o al menos representaba, así como la inclusión de la enmienda de Vidal Quadras en la ponencia política del PP, me pareció que podría suponer una reafirmación del PP en sus principios. Cosa que en absoluto hubiera sido así de haberse incluído a otros, por ejemplo a Gallardón, en la cúpula dirigente.

A ello había ayudado el saber que Cospedal habría hablado largo y tendido esta mañana con María San Gil, por lo visto con la intención de que ésta recuperase la confianza en la dirección del partido. Pero tengo mis recelos. Primero porque puestos a elegir para la Secretaría General a alguien que ostenta una Secretaría Regional, hubiera sido mejor elegir a uno de los cuatro que han conseguido ganar en sus respectivas Comunidades, no a quien ha perdido. Y luego porque creo que después del Congreso esa ponencia puede llegar a tener el mismo valor que tuvo el Pacto Antiterrorista para Zapatero. Convertirse en papel mojado en aras a anteponer la estrategia a los principios. La no asistencia de María me hacía temer esa deriva.

Pero ahora ya se vuelve a convertir en certeza después de oír a Rajoy insistiendo en que el PP es un partido de centro. Y más al tener noticia de que a Zaplana ni siquiera se le ha invitado. Ello no es más que escenificar la ruptura con el pasado inmediato, con la línea a la que han votado 10 millones trescientos mil votantes. Además de las palabras de ayer del nuevo portavoz del partido menospreciando la labor del ex portavoz parlamentario.

Sigue el juego zapaterista de decir una cosa y la contraria para intentar contentar a todos. Ahora se sabe que rodrigo Rato acude por sorpresa al Congreso de Valencia. Veremos si escoge entre lo primero que apuntaba en un sentido y lo segundo que apunta en el sentido de lo dicho por el nuevo portavoz.

Este mismo portavoz utilizaba una metáfora para referirse al partido. Lo definía como un gran transatlántico. Esperemos no sea el Titanic.

1 comentario:

  1. ¡Ja ja ja!
    Mucho me temo que sí sea el Títanic... Tiene todos los boletos.
    A este partido ya no hay quien lo mantenga a flote. Y el otro, tiene a Pepiño en las bodegas, achicando esforzado las vías de agua que aparecen sin descanso...

    Apañados vamos.

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