viernes, 21 de agosto de 2015

Rebelión de las CCAA por la tarjeta sanitaria a los sin papeles.


Las diferentes CCAA han decidido enfrentarse al gobierno y a su amenaza de multas y dar la Tarjeta Sanitaria a los inmigrantes sin papeles. La última en sumarse a la rebelión ha sido la Comunidad de Madrid presidida por la popular, del PP, Cristina Cifuentes.

Esto, sumado al hecho de que aquí es igual estar legalmente o no, pues no pasa absolutamente nada y se tienen todas las ventajas, aumentará el negocio de quienes se dedican a traficar con seres humanos y habrá más a quienes les merezca la pena los riesgos de la travesía para llegar a nuestras costas. Tendrá un "efecto llamada" a gritos que provocará más muertes en el mar.

Por no hablar de lo que demuestra sobre la ingobernabilidad del Estado con esta estructura de las Autonomías que nos está arruinando, además de disgregar España.

Y me pregunto, ¿qué razón tiene entonces estar pagando religiosamente contribuciones e impuestos si no hace falta para obtener las ventajas del Estado del Bienestar? Veremos a ver qué queda de él si todos decidiéramos ser ilegales.

No abogo por no atender sanitariamente a quien lo necesite, pero sí el que se les dé una tarjeta sanitaria igual a la que tenemos los ciudadanos que mantenemos este Estado de bienestar, o lo que queda de él. Ella le permite acceder a toda la sanidad gratuitamente, no sólo a la atención primaria. Eso es algo que no hace ningún país europeo, máxime cuando esas tarjetas son válidas en cualquier parte de Europa, aunque el coste de dicha atención fuera de nuestras fronteras corre de nuestra cuenta. Esto nos convertiría en la necesaria puerta de entrada a Europa de los "sin papeles" de cualquier país, cuya asistencia sanitaria pagaríamos nosotros independientemente del país europeo a donde decidan dirigirse.

Y no hablamos de cuatro gatos, tan sólo en la Comunidad Valenciana son más de 100.000, por lo que se trata de un dineral. ¡Y van los responsables de dicha Comunidad y dicen que lo pueden asumir! ¿Cómo que lo pueden asumir? ¿Pero no dicen que no les llega y que el Gobierno les tiene que financiar de otra manera? ¿Quienes lo pueden asumir y con qué dinero? Son los ciudadanos quienes lo tienen que asumir, no los políticos, que seguirán cobrando pase lo que pase, haya dinero o no. Después vendrán las quejas por los recortes cuando no llegue para todos. Una cosa es ser humanitario y otra ser tonto. Claro que las culpas se las echarán a otros.

Hay algo reconocido internacionalmente que es el Principio de Reciprocidad. Es decir, demos el mismo trato aquí que nos dan ellos allí. Hay españoles residiendo legalmente en otros países en los que se tienen que pagar su seguro médico para tener cubierta la sanidad mínimamente. No entenderían que en vez de que se les pague desde el Gobierno español ese gasto necesario "pues a nadie se le puede negar la asistencia sanitaria" aquí se les pague a cualquiera, esté o no legalmente en España. ¿Solidaridad?, sí; pero empezando por los nuestros.

Y si de lo que se trata es de una cuestión de asistencia social, que se hagan cargo las Instituciones de Beneficiencia, que para algo se les subvenciona. No se trata de dejar a nadie sin asistencia sanitaria, pero tampoco de rebajar la calidad de la que recibimos quienes cumplimos con todas nuestras obligaciones. Y que no me digan que no se va a resentir esa asistencia si de pronto tiene que asistir a un millón de personas más que, además, no han tenido asistencia médica en su vida.

La caridad es una cuestión voluntaria, los impuestos no lo son. Y este tipo de caridades con el dinero ajeno no hará más que atraer a más gente necesitada de otros países. Y ni somos ni podemos ser la ONG mundial que los recoja. Sencillamente, no tenemos dinero para ello y, mucho menos, cuando hay españoles con necesidades que no están cubiertas.

1 comentario:

  1. Excelente artículo. Deja claro que no nos negamos a prestar atención sanitaria y ayuda a los que llegan en masa, pero… una cosa es ayuda y otra dárselo todo, no sólo todo, sino más, mucho más, puesto que nosotros tenemos que pagar por lo que recibimos y aún así, tampoco nos dan ayuda cuando la necesitamos, mientras que a ellos sí, sin más ni más.

    Como dices esa tarjeta sanitaria es la puerta a Europa. Los que vienen pueden irse en cuanto la tengan y quien paga su sanidad en el extranjero somos nosotros.
    Claro “efecto llamada”. El “buenismo” más necio e idiota, absolutamente letal para un país en crisis que apenas puede mantener a su propia gente.
    Se quejan del Gobierno, pero cuando éste da un paso importante, las CCAA se rebotan y les sale la chulería del “aquí hago lo que me da la gana”.

    Esto no va a terminar bien. Tarde o temprano estallará, sea por dónde sea.

    ResponderEliminar

Si no quiere comentar como usuario de Facebook puede comentar aquí con su ID de Google o de cualquier otro modo.