domingo, 4 de diciembre de 2016

El Estado nos roba.


Y ahora vendrá otro incremento de impuestos disfrazado. No subirán el IBI, pero sí subirán la cantidad sobre la que se calcula pues se pretende "actualizar" el Catastro para acercar el valor catastral al de mercado. O lo que es lo mismo, pagaremos más.

Vamos a ver, mi vivienda valdrá más si la vendo, y en ese caso ya pagaré por la plusvalía, pero ¿qué es eso de tener que pagar por tenerla y en base a lo que otros digan que vale? Su valor no varía si la conservo, y ese valor es que es mi vivienda, por la que pagué todos los impuestos para tenerla. Seguir pagando al Estado por ella es como si no fuera nuestra, es una negación del derecho a la propiedad privada y se acerca mucho a una incautación en su segunda acepción, pues no se deriva de delito alguno sino de la tenencia de la vivienda en la que se reside.

El IBI es un impuesto a la renta derivada de la posesión de un inmueble, pero ésta no se produce en el caso de la vivienda habitual. Otro caso es si se alquila a un tercero, pero incluso en este caso ya se pagan impuestos en el IRPF por las rentas percibidas.

Vuelvo a insistir: el IBI es un impuesto injusto pues deviene en incautación al ir incrementándose sin tener en cuenta si hay o no incremento de ingresos o siquiera si estos existen. Además, ¿porqué pagar por el precio que mi vivienda tendría en el mercado si no la he puesto en el mercado? Es lo más cercano que he visto a que el Estado especule. Pero siempre con ventaja, pues cuando los precios de mercado han bajado ni el IBI ni el Catastro lo han hecho.

Si imaginamos que un propietario no tiene ingresos y vive en su casa, resulta que no podrá hacerlo si no paga al Estado por vivir en ella. Y la Constitución "consagrando" el derecho a la propiedad privada y a la vivienda. Pues estamos listos.