miércoles, 21 de diciembre de 2016

La compacta división del PP



Querido presidente, querido Mariano
Quiero comunicarte, por medio de estas líneas, mi decisión de renunciar a la presidencia de honor del Partido Popular.
Hace ya 5 años, en el último congreso nacional, los militantes del Partido Popular tuvieron la generosidad, una vez más, de elegirme su Presidente de Honor, lo cual fue para mí, como siempre, un orgullo.
Hoy la nueva situación de la Fundación Faes, que desde de su creación en Valladolid en 1989, siendo yo presidente de la Junta de Castilla y León, ha estado vinculada al Partido Popular; su independencia y, por consiguiente, su desvinculación del Partido Popular, aconseja, sinceramente, esta decisión.
Ningún patrono de Faes ocupa cargo alguno, ni tan siquiera honorífico, en ninguna formación política. Como presidente de Faes no deseo ser una excepción.
Esta decisión, junto a otras consideraciones que alargarían innecesariamente estas líneas, significa, también, mi no participación en el próximo congreso del Partido Popular. He participado en todos los congresos del Partido Popular desde 1979. Será la primera vez que no lo haga, y, por lo tanto, quiero expresar mis mejores deseos de éxito en tan importante cita.
En conclusión, después de haber sido durante 8 años Presidente del Gobierno de España; durante 14 años Presidente Nacional del Partido Popular y durante otros tanto su Presidente de Honor, mantengo mi condición de militante del Partido Popular, adquirida hace casi ya 38 años.
No tengo palabras para expresar mi gratitud, reconocimiento y afecto a los militantes del Partido Popular por su dedicación, esfuerzo y servicio a España y, particularmente, por su generosidad y lealtad hacia mí durante tantos años. Me siento muy orgulloso de ser uno más entre ellos.
Aprovecho la ocasión para desearte los mejores aciertos en tu tarea en estos momentos tan importantes y difíciles.
Muy feliz Navidad y año nuevo. Un fuerte abrazo.
José María Aznar
El mejor argumento que se ha implantado en el PP desde hace tiempo es la mentira. Han copiado lo que tanto criticaron antaño en la izquierda, eso de repetir una mentira hasta que se convierta en verdad. Ayer hubo un silencio espeso en sus cargos, seguidores y hooligans hasta que se repartieron consignas y argumentarios que enseguida se han dedicado a repetir intentando aparentar que no pasa nada, que Aznar no pinta nada y que el PP es de Mariano. O mejor, es Mariano. Y por ello, de eso que pretendía Aznar de "un militante un voto", nada de nada. Que aquí el que manda, manda, y si no que se lo pregunten a Esperanza Aguirre.

No es Aznar, ni Aguirre, quienes han cambiado, es el PP el que no tiene que ver con lo que fue. Aquellos principios y valores que defendía y que sus militantes defendieron en calles, escritos y declaraciones son ya papel mojado. Borrón, desprecio y hasta descalificaciones a todos, militante incluídos. Tres millones de votos perdidos no cuentan, andan convencidos que volverán por la gloria de dios. Así, por obligación, que para eso este PP hace lo que sea por el poder. O sea, la política por la política, no por el interés común. Y por España, sólo de boquilla, pues nunca ha estado más en peligro que con estos que abandonan la derecha por complejos y que se dicen de centro haciendo políticas socialdemócratas o lo que haga falta, que eso de tener que volver al mercado de trabajo está muy mal y las puertas giratorias andan mal vistas.

Lo de que Aznar lo ha hecho para tener independencia en FAES y no por su total disconformidad con la deriva de su partido, es de los mejores chistes de la temporada. Siguen tomando por tontos hasta a los propios. A ver qué queda de este partido que está aún más partido que el PSOE por mucho que se intente tapar, y que se mantiene tan sólo porque sigue teniendo el B.O.E. Hablaremos cuando lo pierda.

No sé si Ciudadanos será capaz de capitalizar el evidente desencanto de muchos votantes y militantes de este PP, pero así se las ponían a Fernando VII. Es algo que el PP sabe y por ello parte de sus consignas y argumentarios pasa por la descalificación de esos a quienes debe el estar gobernando. Si aguantan el chaparrón y recuerdan las que le caían a Aznar justo antes de que esas lluvias se convirtieron en riada que arrasó en las urnas, puede que algo aprovechen. Ya han dado un primer paso al desprenderse de la socialdemocracia. Ahora les toca desprenderse también de los socialdemócratas que tiene como submarinos.