jueves, 16 de mayo de 2019

Josu Ternera,detenido en Francia.

Mi primer pensamiento va hacia las víctimas del terrorismo. Mi segundo, para alertarles y que no desborden su alegría, pues puede ser efímera. El que la detención se produzca ahora y no antes obedece sólo a la rentabilidad política, no a justicia alguna. Antes, su detención podía restar votos, ahora los dará. Y ya parece que no hay nada que negociar con ETA, aunque para mí que esto es parte de una negociación.
Sánchez necesita escenificar su alejamiento de independentistas, nacionalistas, bilduetarras y demás, pero sólo de cara a estas elecciones. Y si de paso se aleja de su compañero de partido y amigo de Ternera, el maltratador Eguiguren, mejor. Luego ya se verá con quienes va de la mano.
No hace tanto Francia entregó a España a Mikel Antza, jefe de ETA durante 12 años, al que había detenido y condenado, tras pasar sólo 15 años en la cárcel. Según aterrizó en España se fue a su casa, y ahí sigue tan tranquilo. A ver cuánto tarda Ternera en disfrutar de lo mismo.
A la baza electoral de utilizar la muerte de Rubalcaba para presentar al PSOE como el partido que acabó con ETA, cosa a todas luces falsa, ahora se sumará la de haber detenido a Ternera, cuando es evidente que si no se le detuvo antes es porque no interesaba, pues estaba perfectamente localizado por nuestros servicios de inteligencia.
El PSOE es un maestro de la utilización del márketing y la propaganda políticos, y tiene la ayuda de todas las televisiones y la mayoría del resto de los medios. Además de no tener complejo alguno en utilizar todo ello para su beneficio. Y mientras, la oposición aplaudiendo. Así les va.
Me alegro de la detención de ese asesino, pero me temo que no será para que pague sus crímenes sino para pagarle el precio acordado en las negociaciones con la banda terrorista. Negociaciones en las que el PP también aceptó su parte.
En breve lo veremos fotografiándose con Otegi y el resto de sus amigos de Podemos, ERC y demás enemigos de España financiados por otros enemigos de España y , lo que es más sangrante, por todos los españoles.
Agridulce y seguro que efímera alegría.