domingo, 27 de octubre de 2019

Error de cálculo.


La manifestación de hoy, como tal, es un éxito indudable. Sí, pero no parece haber superado el poder de convocatoria del independentismo, y es así como se va a medir su éxito o no. En cualquier caso me temo que lo que avisé como riesgo se cumple. La afluencia será menor que la manifestación independentista de hace una semana, no hablo de la de ayer, con lo que la batalla de la propaganda la tendrá ganada el independentismo. El mismo que paga sus campañas de imagen con el dinero de todos.

Me reafirmo en la torpeza de SCC con esta convocatoria, que lo que más ha evidenciado es la falta de unidad del llamado bloque constitucionalista, y al que han pretendido añadir a quienes no están claramente con la Constitución.

Un derroche de oportunidad y del capital que supone el hartazgo de la gente con el procés, por la falta de credibilidad, de previsión y de coordinación de SCC, que ya no concita la adhesión unitaria ni la confianza de antaño. Cosas de dejar que se vea el plumero, claro. Un error de cálculo y de objetivo. SCC no es lo que fue ni volverá a serlo, aunque seguro que sí aumentará sus subvenciones.

Tampoco ha ayudado el que no se haya garantizado el derecho a la libre movilidad de las personas al no impedir decididamente esos bloqueos a carreteras y ferrocarriles. Me temo que en algunos casos incluso protegidos por quienes deberían haberlos impedido.

Me apena ver una oportunidad perdida. Hay momentos en los que uno hubiera preferido no tener razón. Para la propaganda independentista ya no valdrá que la manifestación sea un éxito, sino que han sido menos que ellos. En cualquier caso, aunque la asistencia haya sido similar, un reflejo de la falta de clara unidad del constitucionalismo, y un dramático espejo de la radical fractura de la sociedad catalana. De ahí al enfrentamiento, tan sólo un paso.