jueves, 25 de febrero de 2021

La historia interminable...



Pues parece que García Egea no ha encontrado aún el final del guion de la película que quieren contarnos desde el PP para colar que Podemos está pero no está. Y que el PNV tampoco. Se trata de hacernos creer que aunque estén eso no es fruto de una negociación con ellos, sino un regalo de los Reyes Magos, poco más o menos. Y el problema ahora es que no saben si decir que es esto último o un regalo de Papa Noel. Hacer creer que Podemos y el PNV no están cuando es evidente que están, no parece tan fácil para la derecha (o el centro) como lo sería para la izquierda, cuyos votantes tragan con blanco y negro si lo dicen los suyos.
La presión "amiga" contra el PP le ha hecho ver que no va a tener fácil asumir el coste que esta bajada de pantalones les supone. Creían que iba a ser menor pero van listos. Las mayores protestas parten de sus votantes, exvotantes y lo que consideran su nicho de votos. Así que tocará esperar a que se hable de otra cosa.
Sólo espero que hoy tenga lugar la reunión del CGPJ para hacer los nombramientos que estaban previstos y no hacer aparecer al poder judicial sumiso al poder político. Aunque la Vice Calvo ya se encargó de decir ayer en el Congreso que eso es así porque lo dice la Constitución, según ella, confundiendo que "la justicia emana del pueblo" con "la justicia emana del Parlamento". Hay que recordar que es Doctora en Derecho Constitucional por la Universidad de Córdoba, ¡y olé!
Pero puestos a hablar de la Constitución bien podrían haberle repetido este artículo 122.3:
"El Consejo General del Poder Judicial estará integrado por el Presidente del Tribunal Supremo, que lo presidirá, y por veinte miembros nombrados por el Rey por un periodo de cinco años. De estos, doce entre Jueces y Magistrados de todas las categorías judiciales, en los términos que establezca la ley orgánica; cuatro a propuesta del Congreso de los Diputados, y cuatro a propuesta del Senado, elegidos en ambos casos por mayoría de tres quintos de sus miembros, entre abogados y otros juristas, todos ellos de reconocida competencia y con más de quince años de ejercicio en su profesión",
Así que parece que habrá que esperar para ver la película que, se pongan como se pongan, no puede tener un final feliz para la democracia si no se vuelve al sistema de elección que dicta la Constitución.
El problema no es la podemización coyuntural de la justicia sino su politización estructural.

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