lunes, 17 de junio de 2024

Democracia corrupta.

La mayor corrupción, la que destroza la democracia y acaba con la división de poderes, es la que en la práctica convierte a un tribunal político, el Tribunal Constitucional, en un Tribunal de casación del Tribunal Supremo.
Sánchez consideró en una de sus últimas y abundantes entrevistas al TC como una "instancia superior" referida al Tribunal Supremo. No es cierto, el TC no es una instancia superior al Tribunal Supremo, no forma parte del poder judicial.
Es un tribunal de garantías constitucionales y se las está saltando al inmiscuirse e interferir en el orden judicial. Ya lo hizo en tiempos de Zapatero desautorizando la sentencia del Supremo que ilegalizó el brazo político de ETA, y desde entonces se está usando por el poder político para enmendar la plana a la justicia anulando sus sentencias. O lo que es lo mismo, sustituyendo al Poder Judicial por el poder político. Lo típico de dictaduras y regímenes totalitarios. Conde Pumpido está ahí para eso, y se ha propuesto anular las sentencias contra los corruptos del PSOE. Corrupción total.
Sánchez no sólo considera al TC como instancia superior al Supremo, es que considera que la soberanía popular reside en el Congreso, lo que es otra corrupción del orden constitucional, pues el Congreso, junto con el Senado, son la representación de la soberanía nacional que reside en el pueblo. No reside en el Congreso sino en el pueblo, y no es la soberanía popular sino la soberanía nacional.
Gracias a esta perversión ahora pretende hacer una Ley de Prensa (ley sólo necesaria en las dictaduras) para impedir que la libertad de información y opinión impida su impunidad. Habla de proteger el honor cuando éste ya está protegido por la ley, tanto penal como civil, y sin haber actuado judicialmente contra eso que él llama "fango" y que son informaciones sobre la corrupción que le rodea. No ha denunciado en absoluto ninguna de esas informaciones, y no lo ha hecho porque son ciertas. No sé si delictivas, eso lo dirán los jueces, pero son ciertas; no se han desmentido.
Lo que él pretende es imponer la censura sin pasar por la justicia, y así poder callar las voces discrepantes y las informaciones incómodas. Busca la impunidad, la de los suyos, acabando con la libertad de opinión. No hay más que ver que, en las entrevistas que le hacen en los medios amigos, ni se mencionan asuntos de actualidad que afectan a su familia.
Así nacen los autócratas y dictadores

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si no quiere comentar como usuario de Facebook puede comentar aquí con su ID de Google o de cualquier otro modo.