No sólo es la situación económica la que va peor de lo que parecía antes de las elecciones.
Antes de transcurrida una semana de los comicios la situación se desvela bastante peor de lo que querían hacernos creer. Y en el asunto político el descalabro aún puede ser mayor. Zapatero acaba de hablar de los objetivos de su gobierno. En ellos no está el final de ETA, ni siquiera la lucha contra el terrorismo.
Preguntado por ello ante tan clamorosa omisión, Zapatero se ha remitido ¡al PP! Sí, como suena. Ha hecho referencia a que ese asunto depende de los cambios en el PP. Por lo que, según él, hay que esperar a ver cuales son esos cambios. Inaudito.
O sea, que para un asunto de tan tremenda trascendencia resulta que el Presidente del Gobierno no tiene una política trazada, sino que depende de lo que haga ¡la oposición! Confieso que he tenido que volver a leer la reseña, pues a pesar de todos los disparates a los que ya me he acostumbrado en este elemento, no terminaba de creerme que éste fuera cierto. Ya ni intenta disimular. Sencillamente no tiene una política ni una idea de lo que hacer. ¿Estará esperando instrucciones de la ETA?
Ha hecho mención también a la llamada de Bush presentándola como un éxito personal. Claro que parece que ha costado el envío de más soldados -sin el preceptivo permiso de las Cortes- a Afganistán. Él pone en peligro más vidas -¿donde están los del no a la guerra?- para mayor gloria suya y para hacerse perdonar por papá Bush. ¿Pero no echaba pestes de él no hace tanto?
En su empeño en buscar un pacto de gobernabilidad, quiere llegar a un acuerdo con el PNV, partido de derecha dura y además independentista, con lo que quiere llegar a un acuerdo para gobernar España con aquellos que no quieren a España y pretenden romper su unidad. Digo yo que para eso que llegue a un acuerdo con el PP, que es una derecha más liberal y centrada, no es independentista, y además tendrían dichos acuerdos el apoyo de la inmensa mayoría de los votantes, de 12 millones de votantes. El PNV representa a 300.000 votantes, los mismos que Rosa Díez, aunque tienen seis escaños por uno de la ex-socialista, como gracia de la ley electoral que padecemos, que hace que en España el principio de "un hombre un voto" no exista..
Y esto no ha hecho más que empezar.
¿Qué esperaban los tontiprogres? zETA se ha pasado cuatro años actuando como Oposición en vez de gobernar, lo normal es que siga por el mismo camino.
ResponderEliminarYa ni me produce incredulidad que sus votantes acepten semejante despiporre, inconcebible en un político con un mínimo de credibilidad.
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