sábado, 2 de junio de 2018

De aquellos polvos, estos lodos.

Las cinco veces que Mariano Rajoy traicionó a los españoles

El todavía líder del PP ha demostrado ser, de lejos, el presidente más irresponsable y egoísta de la democracia española.Manuel Lamas

Habemus presidente. Mariano Rajoy abandona el poder tras seis años y medio en el gobierno después de que, por primera vez en la historia de la democracia, haya triunfado una moción de censura. El líder del PP dice enorgullecerse de haber dejado una situación económica mucho mejor de la que se encontró a finales de 2011, cuando las urnas le otorgaron la mayoría absoluta más holgada conocida hasta la fecha, mientras que entre sus filas destacan el sacrificio y la altura de miras del ya expresidente por buscar, siempre y en todo lugar, el "interés general" del país.
¿En serio? Lo cierto es que, por desgracia, Rajoy ha demostrado ser, de lejos, el presidente más irresponsable y egoísta de la democracia española. Adolfo Suárezse inmoló para lograr la tan ansiada Transición; Felipe González estuvo dispuesto a renunciar a su carrera política para que el PSOE abandonara el marxismo como base ideológica, reconvirtiéndolo en un partido de corte socialdemócrata y europeísta; José María Aznar, por su parte, decidió limitar voluntariamente su mandato a dos legislaturas; José Luis Rodríguez Zapatero aplicó un significativo recorte del gasto público, a sabiendas de que le costaría el cargo, para evitar males mayores; mientras que Rajoy, por el contrario, se ha jugado el futuro del país y el bienestar de todos los españoles hasta en cinco ocasiones por puro y simple interés personal.
Es evidente que todos los políticos, en mayor o menor medida, persiguen su propio beneficio empleando de forma falaz y torticera la excusa del "interés general", pero Rajoy ha sido, con diferencia, el mayor ególatra de todos. Sus antececentes así lo certifican.

1. Dijo "no" a los recortes de 2010

La primera gran traición al conjunto de los españoles se produjo en mayo de 2010. Por entonces, la situación económica que registraba España era dramática. El impacto de la recesión, el histórico incremento del paro y el estallido de la crisis de deuda en el seno de la zona euro situaron al país al borde la quiebra.
Tanto es así que el mercado cerró el grifo a la deuda pública y privada de España entre el 3 y 7 de mayo. Los inversores llegaron a rechazar tipos de interés del 18%, entrando con ello en una especie de quiebra técnica que desató todas las alarmas. Los teléfonos empezaron a sonar en Moncloa para forzar la reacción de Zapatero. Bruselas, el FMI y hasta Washington comenzaron a presionar. Había que hacer algo para tranquilizar a los inversores y, efectivamente, el 12 de mayo, el entonces presidente del Gobierno subió a la tribuna del Congreso cabizbajo y con semblante serio para anunciar el mayor ajuste de gasto público acometido de una sola vez: 15.000 millones de euros.
Zapatero decidió congelar las pensiones, recortar el sueldo a los funcionarios, eliminar la prestación de 2.500 euros por maternidad, eliminar el régimen transitorio para obtener la jubilación parcial, reducir la inversión pública y exigir un ahorro adicional a ayuntamientos y CCAA, entre otras muchas medidas. Era impopular y, por supuesto, contradictorio, puesto que, hasta entonces, el PSOE se había negado a aplicar recortes, pero necesario para aminorar e riesgo de quiebra. Zapatero sabía que su carrera había terminado, no podría repetir como candidato después de aquello y, aún así, lo hizo por el bien del país.
Sin embargo, a pesar de la urgencia y la imperiosa necesidad de recortar el gasto para tratar de afrontar la tormenta financiera, el PP, con Mariano Rajoy a la cabeza, votó en contra, ya que lo único que buscaba era la caída del Gobierno. El polémico real-decreto salió adelante gracias a la abstención de CiU, CC y UPN, por un simple voto a favor.
España estaba al borde de la quiebra, con todo lo que ello supone, y el PP optó por rechazar unos recortes que eran imprescindibles. Tal y como recoge el Diario de Sesiones del Congreso del 27 de mayo -día de la votación-, Rajoy dijo lo siguiente:
Señor presidente, señorías, simple y claramente, no. Eso es lo que dice el Grupo Parlamentario Popular al decreto-ley que el Gobierno ha traído a esta Cámara para su convalidación. Vamos a votar en contra por estimarlo improvisado, insuficiente e injusto. Las medidas que comprende se han tomado a la ligera, no atienden a las exigencias de la presente situación y cargan injusta e innecesariamente los desaguisados del Gobierno sobre los sectores más indefensos de la sociedad
[…] este decreto-ley es rechazable porque es injusto, profundamente injusto. Contempla un recorte en los gastos sociales como no se había conocido en esta democracia; nunca se había conocido un recorte igual. El señor Rodríguez Zapatero, con las prisas, con las improvisaciones y con el como sea, ha ido a lo fácil, a lo débil, a lo resignado, y castiga particularmente a aquellos a los que ya no les queda ninguna capacidad para defenderse, que son los pensionistas […]
El mismo Rajoy que, una vez en el Gobierno, también redujo el sueldo a los funcionarios y aplicó una subida de las pensiones del 0,25% anual, además de disparar los impuestos, más incluso que Zapatero, con el fin de evitar recortes mayores. La clave, sin embargo, no es su profunda hipocresía, que también, sino su grave irresponsabilidad. De no aprobarse ese real decreto, la situación económica habría empeorado de forma muy sustancial, pero a Rajoy poco le importó.

2. Amenazó con salir del euro en 2012

Una vez alcanzado su objetivo, la ansiada Presidencia del Gobierno, a finales de 2011, el líder popular volvió a hacer gala de su auténtica naturaleza. Para empezar, y pese a que la crisis seguía golpeando con dureza a las empresas y familias, decidió posponer la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, así como la puesta en marcha de la reforma laboral, para tratar de ganar laselecciones autonómicas en Andalucía. Lo primero, el partido, cómo no…
Aunque lo más grave tuvo lugar pocos meses después. En 2012, con la prima de riesgo por encima de los 700 puntos básicos y la rentabilidad de la deuda en máximos, el Gobierno del PP empezó a amenazar a las autoridades comunitarias con la posible salida del euro de España. Ya estaba bien de ajustes, según los asesores más próximos al presidente. El BCE tenía que actuar, es decir, salir al rescate de España mediante masivas compras de deuda si quería evitar la desintegración de la moneda única.
El equipo económico del Gobierno analizó el coste, tanto político y económico, que podría suponer un rescate internacional al estilo de Grecia o la posible salida del euro, sin descartar, llegado el caso, abandonar la moneda común. Hasta ese punto llegó la irresponsabilidad e indecencia del hoy expresidente. Finalmente, el BCE salió al rescate en julio de 2012 para tranquilizar a los mercados con la ya famosa frase de Mario Draghi: "El BCE está preparado para hacer lo que sea necesario para garantizar el euro. Y créanme, será suficiente". Pero la cuestión es que Rajoy se jugó, literalmente, el bienestar de dos generaciones de españoles para evitar su desgaste electoral.

3. Forzó la repetición de elecciones en 2016

Algo similar sucedió en 2016. Tras engordar a Podemos concienzudamente para romper la izquierda en dos y azuzar el miedo entre los electores del centro derecha, Rajoy decidió no presentarse a la investidura tras la victoria electoral registrada en los comicios celebrados a finales de 2015, cediendo así la iniciativa política a Pedro Sánchez, sin intención alguna de negociar, con la esperanza de que éste fracasara y, en última instancia, repetir las elecciones.
Su pronóstico, efectivamente, se cumplió, a sabiendas de que Sánchez lo tenía imposible para pactar con Podemos e independentistas, dada la profunda división interna que padecían los socialistas, con Susana Díaz y otros históricos en contra. Pero es que, entonces, Podemos tampoco quería llegar a ningún tipo de acuerdo con el PSOE. En ese momento, las encuestas otorgaban al partido de Pablo Iglesias la posibilidad de completar su ansiado sorpasso, convirtiéndose así en el líder de la oposición, su principal meta política, así que populares y podemitas votaron en contra de Sánchez, provocando la repetición de las elecciones.
De este modo, en caso de que Podemos superara el PSOE en votos, Rajoy se garantizaría la reelección, ya que los socialistas, difícilmente, respaldarían a Iglesias como candidato a presidente. Por suerte, los españoles no respaldaron esta estrategia en las urnas y el PSOE, pese a su desastroso resultado, se mantuvo por delante de Podemos, pero ese riesgo, que habría supuesto un trágico punto de inflexión para la democracia española, existió gracias, una vez más, a Rajoy. Y lo más curioso de todo es que, finalmente, fue el PSOE -aunque sin Sánchez al frente- el que posibilitó la gobernabilidad de España haciendo presidente al líder del PP.

4. Permitió el golpe en Cataluña

Por si fuera poco, también permitió la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre en Cataluña y la posterior declaración de independencia, ya que se resistió a activar el artículo 155 de la Constitución. Tan sólo la acción de la Justicia y la muy oportuna intervención del Rey permitieron parar el golpe al marco constitucional. En este caso, Rajoy se jugó la unidad del país con su parálisis, pensando de nuevo que eso le beneficiaría electoralmente.

5. Hizo presidente a Pedro Sánchez

Y, por último, pero no menos importante, el todavía mandamás popular ha hecho presidente a Pedro Sánchez sin necesidad de pasar por las urnas. Ante el éxito de la moción de censura, Rajoy tenía dos opciones: o bien dimitir, lo cual abriría una ronda de consultas para investir nuevo presidente; o bien permitir la votación, haciendo presidente a Sánchez de forma automática.
El PP se ha esmerado en explicar que la citada dimisión no serviría de nada, ya que Sánchez habría alcanzado la Presidencia de igual modo con el apoyo de Podemos y los grupos separatistas, pero, una vez más, mienten. Simplemente, no es cierto. Una cosa es poner de acuerdo a casi todos los partidos de la oposición para echar a Rajoy y otra muy distinta, con Rajoy ya fuera, hacer presidente a Sánchez mediante la negociación de ciertas condiciones y un determinado programa de gobierno. Las posibilidades reales de que saliera esta segunda opción eran muy bajas debido a la gran debilidad política del PSOE, tal y como ya sucedió en 2016.
Rajoy, por el contrario, ha preferido hacer presidente a Sánchez, impidiendo a todos los españoles el poder pronunciarse en las urnas por dos motivos básicos. En primer lugar, porque, a la vista de las últimas encuestas favorables a Cs, lo último que le conviene al PP en estos momentos es celebrar unas nuevas elecciones generales; y, en segundo término, porque Rajoy, en el fondo, todavía confía en recuperar el poder. A lo mejor sorprende y abre la sucesión en el seno del PP, pero tampoco debería extrañar que se presente de nuevo como candidato a las generales.
Muchos en el PP piensan que este nuevo escenario de inestabilidad abre una ventana de oportunidad para recuperar el Gobierno. Sánchez tendrá muy difícil ejercer el poder apoyándose en populistas e independentistas, y eso le puede conducir a cometer graves errores que los populares confían en rentabilizar. Recurren, una vez más, al discurso de miedo, "o yo o el caos", para movilizar a unos votantes muy descontentos con la deriva de Génova. De ahí que las críticas de los populares se centren mucho más en Ciudadanos, su verdadero enemigo político, que en PSOE, Podemos y separatistas.
Sí, el Gobierno Frankenstein que tanto preocupa a muchos españoles, es el último legado de Rajoy y su quinta gran traición al conjunto de los españoles. Ahora falta por ver si, tal y como ha sucedido en otras ocasiones, esta jugada le sale bien… Pero, una vez más, es el bienestar de la sociedad lo que realmente está en juego. ¿Interés general? ¿Dónde?

viernes, 1 de junio de 2018

El PP espera ya el siguiente paso de Rajoy: "Hay que hacer algo"

Rajoy recibe la última ovación desde el escaño azul. | EFE

Barones piden que Rajoy pilote un proceso de renovación en el PP para evitar guerras internas. El martes, Comité Ejecutivo Nacional.
P. Montesinos

Frustración, lágrimas, abrazos. Y una pregunta por encima del resto: ¿Qué hará ahora Mariano Rajoy? Su entorno pidió tiempo tras el enorme mazazo. Se informó de que el próximo martes reunirá al Comité Ejecutivo Nacional, en el que se verá cara a cara con barones y altos cargos. Hasta entonces, despachará con sus más íntimos, escuchará a su familia. Los primeros cambios podrían llegar en el Grupo Popular en el Congreso. "No hay que perder la calma, pero hay que hacer algo", en palabras de un líder autonómico. José María Aznar también romperá su silencio el martes.

En estos momentos, Rajoy sigue siendo presidente del PP y mantiene su escaño. "Le habéis matado muchas veces y siempre ha sobrevivido", advirtió a los periodistas un destacado dirigente de la formación. Pero el partido nunca ha estado tan mal como ahora, tan ansioso de que pase algo que les haga levantarse y encarar con fuerzas las próximas elecciones. "Dadnos unos días", suplicó Soraya Sáenz de Santamaría, que pasa de vicepresidenta a diputada raso. "Renovación", clamaron varios cargos consultados por este diario.

"Ha sido un honor haber sido presidente del Gobierno y un honor haber dejado una España mejor que la que encontré", proclamó Rajoy, que se sentó por última vez en el escaño azul. Felicitó a Pedro Sánchez y subrayó que "como demócrata" acepta el resultado de la moción aunque no comparta "lo que se ha hecho". "Suerte a todos ustedes por el bien de España", se despidió en su última intervención en el hemiciclo con jefe del Ejecutivo.

Rajoy llegó poco antes de que diera inicio la votación de la moción, justo para su breve intervención en la tribuna. Su escaño volvió a permanecer vacío durante prácticamente toda la mañana. Cuando llegó fue recibido con aplausos por la bancada popular y, a su marcha, un grupo de diputados aún le esperaba para aplaudirle mientras subía a su coche oficial. Mientras, algunos asesores gubernamentales empezaron a despedirse de los informadores. Lejos de las cámaras, más momentos de emoción. "Es injusto", lamentó Rafael Hernando. "No nos lo merecemos", repitieron a coro cargos populares. Íñigo de la Serna, Alfonso Dastis y Román Escolano se despidieron de la Cámara, al no ser diputados.

Muchos en el PP observaron claramente un fin de ciclo. "¿Rajoy sentándose en la zona de la oposición? ¿Siendo de nuevo candidato? No lo creo", apuntó un diputado. Lo primero, según varios barones consultados por este diario, será escucharle, conocer de primera mano su plan. "Hay que mantener la calma", insistieron, pero "también hablar de todo". La percepción mayoritaria es que Rajoy debería de pilotar un periodo de renovación para evitar que todo salte por los aires y después marcharse. "La guerra podría ser total", según las fuentes consultadas.

"Vamos a escuchar y a conocer cuál es la opinión del presidente, que me parece determinante", afirmó Alberto Núñez-Feijóo, el mejor situado para sustituir a Rajoy. Ganó por mayoría absoluta las últimas elecciones gallegas y controla la estructura regional del partido. "Estoy a disposición de Galicia y del partido, pero de Galicia", contestó en relación a su futuro político. Santamaría también está en las quinielas, pero en el propio partido recordaron su enemistad con María Dolores de Cospedal, que además de secretaria general es presidenta del PP de Castilla-La Mancha. "Soraya en el partido no es nada, no ha sido candidata de nada", expuso uno de sus críticos.

En el PP vieron un nuevo ejemplo de ese distanciamiento entre ambas este mismo jueves, en pleno cisma. Al mismo tiempo, Cospedal comparecía en el Escritorio y Santamaría protagonizaba un numeroso corrillo en el pasillos de la Cámara. Con la primera, Juan Ignacio Zoido y Dolors Montserrat. Con la segunda, Fernando Martínez-Maillo. No aparecieron juntas en ningún momento de la crisis.

Mientras, desde Génova avisaron de que no hay que esperar cambios drásticos, inmediatos. Aunque "hay que poner en orden" el Grupo Popular, según las fuentes consultadas. Y luego habrá también que acordar las candidaturas para las elecciones locales, autonómicas y europeas. "Nuestra tarea fundamental es levantarnos. Hemos tenido un tropiezo, nos han echado, pero vamos a seguir siendo ese partido responsable que piensa en España", dijo Hernando, que ya avanzó que harán una oposición muy dura con el PSOE y sus socios de investidura. "El Gobierno de Sánchez va a ser un horror, y por eso una oportunidad para nosotros. Ahora todos los que querían que el PP se marcharse están asustados", interpretó un líder autonómico. Génova también se prepara para criticar con dureza a Ciudadanos.

Así las cosas, con el PP en estado de ebullición, a la expectativa, Rajoy se marchó rumbo a Moncloa a terminar de prepararlo todo para regresar junto a su familia a su casa de Aravaca. No hizo declaraciones a los periodistas. "Por supuesto que no está siendo fácil para él, tiene que sobreponerse", dijo uno de los diputados que se acercó para darle ánimos. Su escaño vacío fue demoledor para el ánimo de los suyos. Hubo incluso quien creyó dentro del partido que acabaría rectificando y dimitiría en el último momento. Pero se consumó la moción y cayó el hombre de piel de rinoceronte, como le definió Angela Merkel. "Gracias presidente, estamos orgullosos del PP", proclamó oficialmente el partido.

¿Así que "La guerra podría ser total"? ¿Pero no decían que había unidad, que todos eran una piña? Y eso de que como el nuevo gobierno va ser un desastre eso "nos dará una oportunidad"... ¿Pero esta gente ha pensado alguna vez en España y en los españoles, o sólo en sus propias "oportunidades"?
Lo que viene no era deseable, y mucho menos sin haber pasado por las urnas, pero el descalabro del PP y de Rajoy se lo han trabajado ellos solos. Y muchos se lo llevábamos avisando desde hace mucho. Se han cargado al PP y han puesto a España a los pies de los caballos. Menudo legado.
Y encima su líder, en vez de mantener el tipo por decoro, respeto a sus votantes, al Parlamento y a España, se refugió tras una botella de whisky. Puede que ese final haya sido el más adecuado para el personaje, pero es indigno de un Presidente del Gobierno de España.

Cerillas y mecheros.


En el PP creen que este triunfo de Sánchez les vendrá bien para volver al poder reforzados. Seguir gobernando sin el apoyo de Cs se hacía tarea imposible e iría aumentando las posibilidades de que siguieran recibiendo votos de votantes del PP desencantados. Ello conduciría a tener que convocar elecciones, cosa que no quieren ni locos.

Suponen que estando en la oposición le quitarán protagonismo a Rivera y que, con la ayuda del resto de la partitocracia bipartidista, harán desaparecer la ilusión, renovación y esperanza que Cs representa hoy. De haber seguido en el poder no hubieran podido hacerlo y estarían supeditados a dicho partido.

Por eso Rajoy no dimitió. Su dimisión hubiera evitado el gobierno de Sánchez con independentistas, comunistas y populistas, sí; pero no hubiera podido evitar ir, de una u otra forma, a elecciones. El PP necesita "que nos enteremos" de lo que nos espera sin ellos. Esperan que Sánchez se queme para volver ellos a apagar las brasas.

Pero Sánchez se quemará sólo lo justo, aunque ha aceptado el precio de incluso inmolarse a cambio de ser ex presidente con paga vitalicia. Y digo lo justo para que no se queme el PSOE. Se trata de recomponer el bipartidismo y salvar la partitocracia, amenazada por los de Rivera y su afán de recuperar la democracia eliminando privilegios y corrupción.

Pero lo que no les importa es todo lo que se habrá quemado para formar dichas brasas. Ni parece importarles que muchas de esas cosas que arderán sean irrecuperables. Creen que como pueden culpar a otros del incendio, su papel de bomberos les proyectará a la gloria. Pero olvidan que ya todos hemos visto quienes han dado las cerillas a los incendiarios. Y hasta el alcohol.

En cualquier caso, el PSOE no va a desaprovechar la ocasión de volver al poder y de mantenerse en él ganando las próximas elecciones, por lo que controlarán a sus comparsas para no asustar. Les darán algunos regalitos para que se justifiquen ante sus bases, pero seguro que la tranquilidad social será mayor y eso de tomar las calles se calmará. Además, devolverán poder a los sindicatos políticos recuperando los convenios colectivos. Tienen que desactivar el voto del miedo que quiere recuperar el PP, y lo harán intentando no dar miedo y dejando a Podemos sin contenido. Por lo tanto, tranquilidad; no va a ser tanto como dicen. Además el PP ya hacía una política socialdemócrata.

Así que las consignas que vienen irán dirigidas a atacar a Rivera, culpando a Cs de lo que ha pasado. Al tiempo de que intentarán convencer a las bases del PP de que esto les reforzará a medio plazo. Vamos, que ha sido un éxito su derrota, poco más o menos. Y habrá incondicionales que se lo traguen.

Debacle nacional.


Mariano "Botella" Rajoy abandonó ayer el barco de la nación y de su partido y se entregó a los vapores etílicos. Debe dimitir e impedir así el inmediato gobierno apoyado por los golpistas y darnos una posibilidad. Y si no, el PP debe obligarlo antes de disolverse.

A esta hora, 09:08 h., Rajoy no está en la sesión parlamentaria que acaba de empezar. La única excusa válida sería que esté en la Zarzuela presentando su dimisión al Rey.

jueves, 31 de mayo de 2018

Cospedal ha mentido descaradamente.


"Es falso el rumor que dice que Rajoy vaya a dimitir para pactar otro gobierno. La dimisión de Rajoy no garantiza que el PP siga en el gobierno y lo saben todos los que lo están comentando. Aunque Rajoy dimitiera la aritmética parlamentaria puede impedir que el PP gobierne. Pido que dejen de extender este rumor. Quieren tapar la vergüenza de la situación que han provocado"


Si Rajoy dimite hay una oportunidad. El Gobierno seguiría en funciones hasta la investidura de quien proponga el Rey. Una investidura no es una moción de censura y habría posibilidades de que saliera adelante.

Además, se podría proponer un candidato que no genere tanto rechazo. Y en el peor de los casos, de no lograrse la investidura dos meses después del primer intento, el Rey convocaría elecciones.

Si no dimite, mañana Sánchez será el Presidente del Gobierno apoyado por quienes quieren liquidar España.

Por lo tanto, Cospedal miente; no da lo mismo que dimita que el que no lo haga. Decir que eso sería ponérselo más fácil a Sánchez es una mentira mayor que lo de la liquidación en diferido a Bárcenas. Ponérselo fácil es no tratar de impedir que mañana sea Presidente, que ya está bien de tomaduras de pelo. Rajoy y el PP se rinden sin intentar nada. Esto, unido al desprecio de Rajoy al no aparecer esta tarde, haría merecedor al PP de desaparecer como UCD.

¿Negociando in extremis?


Rajoy puede estar intentando pactar su dimisión a cambio del apoyo a una investidura de alguien del PP. Pero puede no dimitir esperando a que Sánchez se queme. El problema es que nosotros seremos las brasas.
En cualquier caso, decidirá lo que menos le dañe a su persona. Eso por encima del PP o de España, seguro.
¡Ah!, y lo que más dañe a Ciudadanos. Claro.

Adiós Rajoy.


¿Rajoy dimitirá? El PNV habría forzado la dimisión de Rajoy bajo la amenaza de apoyar la moción de Sánchez. Creen que es la opción que menos favorecerá a Cs y eso es determinante. El temor a que Cs llegue al poder les ha condicionado, pues suponen que eliminará buena parte de sus prebendas.

El Gobierno continuará en funciones sin él, Soraya asumirá la Presidencia en funciones hasta que el Rey proponga un candidato al Parlamento. Este condidato, de ser investido, será quien pueda entonces convocar elecciones.

A no ser que crea que a la hora de la votación algunos de los que han confirmado su voto se eche atrás. O se pongan enfermos. De momento parece que está en un restaurante cercano al Congreso en vez de en el hemiciclo.

¿Y ahora qué puede pasar?


¿Qué pasa si Rajoy dimite antes de que se vote la moción de censura de Sánchez?

  • Rajoy ya no puede convocar elecciones pero podría evitar que Sánchez se convierta en presidente (aunque tuviera los votos necesarios) anticipándose con una dimisión. 
  • El escenario sería idéntico al del inicio de la legislatura: el rey tendría que proponer candidato a la investidura, pero sin plazos. Santamaría asumiría la presidencia en funciones.
  • El dilema del PNV: 4 razones a favor y 3 en contra para apoyar la moción de Sánchez

Mariano Rajoy no puede convocar elecciones generales. Según el artículo 115.2 de la Constitución, el presidente del Gobierno perdió el viernes pasado esa facultad, una de las pocas que tiene en exclusiva, cuando Pedro Sánchez registró en el Congreso de los Diputados una moción de censura al Gobierno que en ese momento comenzó su tramitación parlamentaria. 
¿Qué puede hacer ahora Mariano Rajoy para evitar que Pedro Sánchez sea presidente? Por una parte, gestiones políticas para evitar que el líder del PSOE y candidato a la presidencia tenga los 176 votos (la mayoría absoluta del Congreso) necesarios para que prospere la moción. Si a Sánchez no le votan ni Ciudadanos ni el PNV, Rajoy acabará la semana como presidente con sus funciones legalmente intactas
Sin embargo, Rajoy podría dimitir como presidente en cualquier momento antes de que el Congreso vote la iniciativa socialista. Aunque el Gobierno lo descarta, el presidente siempre tiene a su disposición ese botón nuclear si cree (o sabe) que va a ser desalojado por el Congreso. 
El debate comienza este jueves, pero está previsto que la votación sea el viernes a lo largo de la mañana. Antes de que comience la votación, el jefe del Ejecutivo puede anunciar que dimite y la moción irá directamente al cajón. El debate se interrumpiría y la votación no tendría nunca lugar. 

Una vez dimitido Rajoy...

¿Qué pasa si Rajoy renuncia? El proceso está reglado en la Constitución y en la Ley del Gobierno. Si el presidente dimite, el Gobierno en su conjunto entra en funciones, según el artículo 101 de la Constitución. 
Eso quiere decir que Rajoy habría dimitido como jefe del Gobierno pero el resto del Gobierno seguiría en funciones hasta que un nuevo Ejecutivo tome el testigo tras ser elegido su presidente en el Congreso. Soraya Sáenz de Santamaría, en tanto que única vicepresidenta (y ministra de mayor rango), asumiría las funciones de la presidencia en funciones.
No ocurriría así lo que a Adolfo Suárez, único presidente que dimitió en democracia. Lo hizo el 29 de enero de 1981 pero siguió en funciones hasta que fue investido Leopoldo Calvo Sotelo, que necesitó dos sesiones diferentes. En la primera, el 23 de febrero de 1981, el teniente coronel Antonio Tejero irrumpió armado en el hemiciclo y perpetró un golpe de Estado. 
El Gobierno en funciones no puede convocar elecciones. La Ley del Gobierno dice en su artículo 21.4.a que no puede "proponer al Rey la disolución de alguna de las Cámaras, o de las Cortes Generales". 

El rey entra en escena

Según el artículo 99 de la Constitución, comenzaría un proceso idéntico al del inicio de la legislatura, cuando se constituye el Congreso de los Diputados. El rey iniciará un proceso de consultas con los representantes de los partidos con presencia en el Congreso y propondrá a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, un candidato a la investidura. Será Pastor quien fije el día para que comience el debate. 
Este proceso no tiene plazos concretos y el rey podría no proponer a ningún candidato si los representantes políticos rechazan presentarse o aseguran que no van a contar con los apoyos. Esa fue la situación que sobrevoló el año 2016, inédita hasta la fecha. 
En este escenario, el Gobierno seguiría en funciones sine die sin que hubiera posibilidad de que se convocasen elecciones, ya que ni el rey, ni la presidenta del Congreso pueden disolver las cámaras y llamar a las urnas. 

El desbloqueo

Sin embargo, con que hubiera un candidato a la presidencia propuesto por el rey, el proceso se desbloquearía. El reloj comienza a contar en cuanto se produce la primera votación para investir a un presidente y siempre que resultase infructuosa. Si el Congreso no consigue elegir presidente, en el plazo de dos meses desde la primera votación de investidura las cámaras se disolverían y habría elecciones. Es exactamente lo que pasó cuando Sánchez naufragó en marzo de 2016 y acabó habiendo elecciones en junio de ese año. 
La dimisión de Rajoy podría llevar a nuevas elecciones en cuanto el rey propusiese a un nuevo candidato, pero ese candidato tendría más fácil ser elegido que a través de la moción de censura. Para la moción son necesarios 176 votos a favor. Para una investidura, en segunda votación, sólo más síes que noes. En otras palabras: una dimisión de Rajoy para que Sánchez no sea elegido con 176 podría facilitar que, dentro de unas semanas, Sánchez fuese elegido con menos votos que esos. 

Empieza el drama. Prólogo.



En el PNV hay lío, pero también hay quien manda; así que todo pendiente de lo que mande Urkullu. Aunque ya se dice que le han pedido a Rajoy que dimita. Lo de la reunión del Euzkadi Buru Batzar es una forma de contentar a sus bases con una imagen de democracia interna, pero no es Ortuzar el que de verdad manda.

Fernández Díaz, amigo íntimo de Rajoy, no ha negado que éste pueda dimitir. Soraya sí ha dicho que el Presidente no dimitirá "ni hoy ni mañana".

Desde Cs se es pesimista, o sea, creen que la moción puede salir adelante si no decae por la dimisión de Rajoy.

No es la corrupción lo que se carga a Rajoy, es la mentira y su falta de credibilidad. Y la irresponsabilidad de Sánchez, capaz de darle la llave de España a los enemigos de España con tal de dormir unos meses en la Moncloa y cobrar la pensión vitalicia como ex presidente.

A Rajoy se le sentó en el banquillo siendo Presidente. Como testigo, sí; pero ese testimonio, calificado en la sentencia de poco creíble, ha acabado con su Presidencia. Con un gobierno de Sánchez y sus apoyos, lo meten en Estremera.

miércoles, 30 de mayo de 2018

La moción avanza.


El PNV tiene como objetivo no reforzar a Cs pues sabe que estos frenarían en seco sus aspiraciones. Por lo tanto harán lo que menos beneficie a Rivera y a su formación. Apoyar ahora a Rajoy entiende que es favorecer a Cs, que seguirá recibiendo apoyos de los que votaban PP.

Por otra parte, Sánchez les ofrece más que lo que les ofrece Rajoy. La línea roja de éste ya no puede desplazarse más. Sánchez parece no tenerla respecto al PNV.

Cada vez es más posible que la moción prospere. Sólo decaería si Rajoy dimite.

La farsa nacional.



Torra acepta las condiciones del Gobierno y propone un gobierno sin fugjitivos ni presos para así poder apoyar la moción de censura, porque así aparenta normalidad (ya no son independentistas) y Sánchez contará con los apoyos de los independentistas diciendo que no lo son, pues hasta el Gobierno considera que ese gobierno catalán acata la Constitución. ¡Viva la mentira, antes muertos que veraces!

El PNV es la clave. Por eso el PP lo mima y Rajoy ha dicho que no se hable mal de ellos. Orden tajante. A Rajoy lo tienen comiendo en su mano. Sánchez les ofrecerá de todo, pero tienen la duda de su continuidad. Con que la mitad de sus diputados apoye a Sánchez y Bildu vaya a votar, ya está. Recordar que el PNV ya estuvo en dos bandos a la vez. En la guerra.

En el PP ya empiezan a contemplar la dimisión de Rajoy. Muy tarde. ¿Se acuerdan cuando todos los partidos hablaban de transparencia? Pues de transparencia nada. Sus votantes no saben lo que harán. Tan sólo Cs parece aclarar su intención, la inmediata digo, pero ha perdido la iniciativa, ahora la tiene Sánchez. Ya veremos. No es imposible que la moción prospere. Incluso Cs podría apoyarla si Sánchez pone fecha a elecciones en octubre y no busca apoyos independentistas. Se han planteado esa posibilidad.

Pero no la apoyará, seguro. Así que, como con los presupuestos, el PNV con cinco diputados tiene la llave del futuro de España. De la que, por cierto, quiere dejar de formar parte, no lo olvidemos.

Y mientras, la economía resintiéndose, la bolsa cayendo y la prima de riesgo camino de convertirse en "la prima de Zumosol".

Lo único que está claro es que la moción no responde más que al ansia de Sánchez por saltarse la decisión de los ciudadanos en las urnas. Su empeño por llegar a la Moncloa es por salvarse él. Lo de la corrupción no es más que una excusa populista. Ni el PSOE ni buena parte de sus posibles apoyos tienen autoridad moral alguna para hablar de la corrupción de otros sin hablar antes de la suya propia.

Y la moción también se debe a un intento de salvar la partitocracia y su corruptela de un posible triunfo electoral de Cs. Y en eso también está el PP. No conviene olvidarlo.

viernes, 25 de mayo de 2018

Centrando el foco



Ciudadanos está sopesando seriamente pedir la dimisión de Rajoy. Una solución "a la murciana", como con Cifuentes, para seguir manteniendo un gobierno del PP pero sin Rajoy. Auque en este caso la sentencia sea contra el PP, no contra Rajoy específicamente, la propia sentencia deja en entredicho al Presidente dudando de su credibilidad.

Lo que sí creo que hará Rivera es romper el pacto de investidura, incumplido casi en su totalidad por el PP, y exigir firmeza ante el separatismo. Faltan 20 días para la reunión de su ejecutiva, si no se adelanta su convocatoria, y puede que no se sepa nada hasta entonces. Hasta ahora siempre se han tomado su tiempo.

Juegos electorales.


El PSOE presentará la moción de censura -o a lo mejor lo que hace es anunciar que la va a presentar, no que la presenta ya-, por un cálculo electoral. Creen que aunque no salga adelante ganarían más votos (o perderían menos) que si no la presentan y, además, obligarán a Rivera a retratarse. Piensan que eso puede perjudicarle, y ya se sabe que ese es el objetivo fundamental de la partitocracia, y por tanto pueden frenar la subida de Cs y la fuga de votos a esa formación.

Por ello, apostaría a que la moción de censura se presentará sí o sí, y se convertirá en el monotema de los próximos meses. En el PP están haciendo también sus cálculos, así que El criterio también será electoral. El cambio de candidato y la convocatoria de elecciones dependerá de lo que entiendan que menos votos les cuesten.

Ciudadanos se ha curado en salud marcando un antes y un después ante la sentencia, aunque creen que sería un mal momento por lo de la crisis catalana. Pero también contemplan la pésima imagen internacional de un gobierno de un partido condenado, aunque no sea una condena por lo Penal sino por lo Civil.

Por lo tanto, este intento del PSOE de recuperar la iniciativa y de centrar el foco informativo, al final lo centrará Rivera, que ante esta panda de políticos que padecemos parece ya un gigante político. Y la verdad es que está demostrando ser el más listo. Pero me temo que aquí mandan los tramposos, así que ya veremos si no es esa moción la que, de una forma u otra, se carga a Rajoy dejando a Cs descolocado. Sánchez es muy capaz de dejar en manos nacionalistas el futuro si ese futuro incluye su estancia en la Moncloa, anque sea de un minuto.

miércoles, 23 de mayo de 2018

Caso Rato II: Ahora Zaplana.


Otra detención mediática, otra vez una orden judicial de detención judicialmente innecesaria con aviso a los medios por ser políticamente conveniente. La jueza se ha pasado cien pueblos; no me creo que no supiera que los medios estuvieran avisados y, además, a Zaplana podía haberle citado sin necesidad de detenerlo. Salía de la clínica donde recibe tratamiento oncológico tras su trasplante de médula, poco riesgo de fuga había.

Pero hoy ya no existen mediáticamente "Pablo y el chalé" ni, lo que es más grave, la citación como investigado -eufemismo legal para no llamarlo imputado, que canta más- del número dos de Hacienda, nada menos que el responsable de la Agencia Tributaria y justo en plena tramitación parlamentaria de los Presupuestos.

El PP se apresura a decir que Zaplana no es del PP -como nada que haya tenido que ver con Aznar, excepto Rajoy, claro- cuando quienes ya no son el PP son los del PP marianista.

A Rato se le expuso también a la condena mediática y ya vemos en qué está quedando judicialmente todo aquel numerito. Lo de Zaplana huele a lo mismo pero ya ha sido declarado culpable ante la opinión pública, sin presunción de inocencia alguna, de varios delitos según el medio informativo de que se trate, incluyendo delitos que de ser ciertos estarían prescritos.

No estoy defendiendo a Zaplana -por otro lado el mejor presidente que ha tenido la Comunidad Valenciana con diferencia- pero sí estoy atacando lo que me parece una miserable manipulación y una hipocresía abominable. Se pretende hacer aparecer al PP de Aznar como el paradigma de la corrupción olvidando tanto la corrupción socialista, que le hizo ganar las elecciones, como la actual del bipartidismo partitocrático. Y sobre todo, para contrarrestar lo del número dos de Hacienda y la bomba que le caerá al PP esta semana con la sentencia de la Gurtel. Pero es que interesa a esta partitocracia mantener a Mariano ante la amenaza de que Cs pueda meter en cintura a toda esta mafia partitocrática que nos ha destrozado la democracia y que a punto está de destrozar España.

A Zaplana lo han detenido tras salir de una clínica y le han fotografiado, no con una ecografía en la mano, sino de la mano de la Guardia Civil. Otra sentencia de telediario que interesa como cortina de humo para diferentes intereses de Rajoy y resto de la partitocracia. Ver al PSOE condenar como corruptos a quienes formaban parte de la era Aznar es de risa. ¿Cuántos de los Ministros del PSOE de González están inmersos en asuntos sucios, condenados por corrupciones o dimitidos por oscuros asuntos? Hubo corrupción, sí, como siempre la ha habido en España, pero que se rasguen las vestiduras quienes han sido condenados en firme por ella, tiene guasa.

Muchos intereses hay tras este nuevo numerito mediático. Y en esos intereses incluyo el ayudar a Podemos, pues quedarse sin el "coco podemita" le impediría seguir manteniendo el voto del miedo. Interesa la condena mediática, la sentencia judicial les importa un bledo. Y esa condena mediática pretende que salpique a Ciudadanos, no vaya a ser que gane las elecciones y Rajoy termine en el banquillo. Miserable.

lunes, 21 de mayo de 2018

La soberbia que hunde

No sólo es la soberbia, también la ignorancia sobre cómo funcionan las redes sociales. Y desde esa ignorancia, Gorriarán se atreve a decirme que ¡le incluyo en un hilo en el que él participa! La solución, la de todos los que se quedan ellos mismos en evidencia: bloqueo. Mucho nerviosismo, parece. Así está UPyD.
Lean,







jueves, 17 de mayo de 2018

El casoplón.

A la vista de las explicaciones que se está viendo obligado a dar, este asunto ha hecho mella entre sus seguidores. Las explicaciones suenan tan falso como su anticapitalismo.
Hola a tod@s, compañeros y compañeras de Podemos.
Cuando decidimos implicarnos en la actividad política con un nivel de responsabilidad alto, asumimos que cada aspecto de nuestra vida, incluso muchos aspectos personales, estén sometidos al escrutinio público. Así que nos toca hablaros de lo que, por otro lado, es público.
Nos hemos comprado una casa en Galapagar a 40km de Madrid, y para pagarla tenemos a medias una hipoteca de 540.000 euros con Caja de Ingenieros que iremos pagando poco a poco durante 30 años. 48 horas después de firmar la hipoteca el 9 de mayo presentamos nueva declaración de bienes en el Congreso para mantenerla actualizada cumpliendo nuestro compromiso de transparencia.
Pagaremos al mes algo más de 800 euros cada uno. Sabemos que muchas familias españolas, incluso con dos sueldos, no pueden permitirse una hipoteca así, y por eso entendemos que es tan importante defender salarios dignos para todos y todas. También basta ver los precios de la vivienda en Madrid para saber que elegir un sitio para construir un hogar no es una tarea sencilla para la mayoría de españoles y españolas, y por eso también decidimos buscar más cerca del campo. La realidad es que nuestros sueldos, que son públicos y que son decididos por la Asamblea Ciudadana de Podemos, nos han permitido emprender este proyecto.
Llevamos mucho tiempo buscando una casa en el campo donde poder avanzar en nuestros proyectos como familia, y en concreto para poder cuidar a nuestros hijos con algo de intimidad. En Galapagar además viven muchos amigos con los que nos gustaría que nuestros hijos pasen tiempo. Para nosotros es difícil no llamar la atención desde el momento en que pisamos la calle y nos gustaría que nuestros hijos puedan vivir su infancia de la forma más normal posible.
La entrada de la hipoteca y las reformas las hemos costeado con una parte de nuestros ahorros. Irene ha necesitado para ello pedir un préstamo a su padre. El padre de Irene ha trabajado toda su vida como mozo de mudanza y su madre es profesora de educación infantil. Los padres de Pablo han ganado más. Su padre es inspector de trabajo (jubilado) y su madre abogada laboralista (jubilada). Tenían buen sueldo, sobre todo su padre, y le dejarán una herencia que nos ayudará.
Nuestros ingresos, cuentas corrientes, propiedades así como los impuestos que pagamos están declarados al Congreso y en el portal de transparencia de Podemos; igual que los de todos los cargos públicos de Podemos.
Pablo además del sueldo de diputado una vez hecha la donación correspondiente, presenta Fort Apache y Otra Vuelta de Tuerka y recibe derechos de autor por los libros que ha escrito. Así lo declara en el portal del transparencia y al Congreso, que estableció la compatibilidad de su tarea como diputado con estas actividades. Hace dos semanas él tenía muchos ahorros; ahora muchos menos y una deuda de 30 años.
Pablo criticó hace 6 años a un ministro por comprarse un ático de 600.000 euros. Ambos pagaremos en 30 años, algo más de la mitad de esa cantidad cada uno. Y lo pagaremos para comprar una casa en la que vivir, no con la que especular. Y en todo caso siempre hemos afirmado que a los ministros y a cualquier cargo público hay que criticarles por sus políticas o eventualmente por su corrupción, no por gastarse su dinero en lo que quieran mientras lo hagan de forma honrada. Y eso aunque nosotros consideremos que los cargos públicos deberían tener sueldos más ajustados y nos lo apliquemos. En Podemos establecimos que nuestros cargos públicos deben cobrar 3 salarios mínimos. Nos parece que los representantes públicos deben tener buenos salarios, pero entendemos que deben ser más ajustados que los actuales y nos lo aplicamos a nosotros mismos.
Para nosotros es una suerte poder emprender este proyecto de vida y de familia, pero aún así tenemos la sensación de que con nosotros se hacen cosas que no se hacen con otros representantes públicos. Se han publicado fotos de nuestra casa, incluso de las habitaciones con los muebles de los anteriores propietarios. Nos persiguen paparazzi cuando vamos al hospital, al notario o a sacar a los perros y después venden sus fotos a Eduardo Inda. No deseamos que les ocurra lo mismo a otros líderes políticos ni a creadores de opinión o propietarios de medios de comunicación. Creemos que cualquiera, por muy importante que sea su rol político, tiene derecho al menos a la intimidad de poder ir a una revisión ginecológica a un hospital público sin que le sigan y le hagan fotos. Pero asumimos que con nosotros funcionan reglas diferentes que con los demás. Sabemos por qué es. También por eso queremos vivir más cerca del campo.
Sabemos que nos criticarán hagamos lo que hagamos. Nosotros seguiremos haciendo nuestro trabajo lo mejor que sabemos y construyendo un proyecto de vida que nos hace felices.
Seguimos. Abrazos

miércoles, 16 de mayo de 2018

Carta a Rajoy.


La carta la hemos firmado 160 personas, no sólo juristas, sino también profesores, economistas, médicos, funcionarios, ingenieros, jubilados, amas de casa, analistas informáticos, etc. etc. etc. Y se pueden enviar adhesiones, indicando nombre y profesión (no es necesario DNI) a:
rafaelarenasgarcia@gmail.com
teresa.freixes@gmail.com

AL PRESIDENTE DEL GOBIERNO DE ESPAÑA
Por medio de este escrito me dirijo al Presidente del Gobierno de España, responsable último del mismo y, por tanto, de la dirección de “la política interior y exterior, la Administración civil y militar y la defensa del Estado” (artículo 97 de la Constitución) a fin de solicitar el AMPARO del Gobierno y de la Administración española ante la situación generada en Cataluña como consecuencia de la designación del Sr. Joaquim Torra i Pla como Presidente de la Generalitat.
Es por todos sabido que el pasado día 12 de mayo, en el discurso que el Sr. Torra i Pla dirigió al Parlamento de Cataluña para solicitar su designación como Presidente de la Generalitat indicó que su acción de gobierno se basaría en “la lealtad al mandato del 1 de octubre” y en construir un Estado independiente en forma de República. Tal y como puede comprobarse de su discurso y demás intervenciones tanto el día 12 de mayo como el 14 de mayo, su propósito expreso manifestado de manera solemne ante la Cámara es el de construir la República Catalana y continuar con el proceso de secesión que incluyó el referéndum del 1 de octubre y la “declaración política de independencia” (palabras textuales del Sr. Torra i Pla) del 27 de octubre.
El Sr. Torra i Pla presentó, por tanto, un programa que implica la derogación de facto de la Constitución en Cataluña y del Estatuto de Autonomía de Cataluña; y fue con ese programa con el que obtuvo la confianza de la Cámara.
Obvio es que el contenido de todas sus intervenciones implica ya no un acatamiento a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico, sino una expresa manifestación de desobediencia.
El Tribunal Constitucional, en su Sentencia 259/2015, de 2 de diciembre de 2015 (BOE 12-I-2016); entre otras, estableció que:
“Como consecuencia recae sobre los titulares de cargos públicos un cualificado deber de acatamiento a dicha norma fundamental [la Constitución], que no se cifra en una necesaria adhesión ideológica a su total contenido, pero sí en el compromiso de realizar sus funciones de acuerdo con ella y en el respeto al resto del ordenamiento jurídico (…). Que esto sea así para todo poder público deriva, inexcusablemente, de la condición de nuestro Estado como constitucional y de Derecho”.
Es por ello que en la toma de posesión de los cargos públicos se exige, en determinados supuestos, una muestra de expreso acatamiento a la Constitución, que puede hacerse por imperativo legal o incluir fórmulas de carácter particular que elija quien ha de prestar el juramento o promesa; pero esta posibilidad “tiene, sin embargo, como límite el que su formulación desnaturalice o vacíe de contenido el acatamiento mismo mediante fórmulas que supongan un fraude a la Ley o priven de sentido al propio acatamiento” (Sentencia del Tribunal Constitucional 74/1991).
Es claro, por tanto, que pese a que en España no se siga el principio de “democracia militante” y puedan, por tanto, defenderse posiciones políticas contrarias a los valores constitucionales, es exigido que las autoridades públicas ajusten su comportamiento a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico, ya que esta adecuación de la actuación de las autoridades y de la administración se conecta con el carácter de “Estado de Derecho” de nuestro país.
Este necesario sometimiento de las autoridades y de la administración al ordenamiento jurídico no es una mera formalidad, sino también una garantía para los ciudadanos, quienes tenemos el derecho de esperar que los poderes públicos actuarán dentro del marco legal. Repugna a la seguridad jurídica que los ciudadanos podamos estar sometidos a un poder público que se sitúa al margen de la ley.
Y también repugna a la seguridad jurídica la mera amenaza de actuar al margen de la ley. Es evidente que una declaración cuyo contenido sea anunciar el incumplimiento del ordenamiento jurídico debería tener consecuencias políticas, tanto a nivel de partidos y opinión pública como en lo que se refiere a la acción de gobierno; y dejando de lado las posibles actuaciones penales que pudieran derivarse. ¿Podemos imaginarnos por un momento al Presidente del Gobierno afirmando con solemnidad en el Congreso de los Diputados que su actuación de gobierno no estará sometida a los límites constitucionales y que no se entiende sometido a la ley y al Derecho? ¿Permaneceríamos indiferentes ante esta declaración y esperaríamos pacientes a que dicha declaración se convirtiera en algún tipo de hecho; es decir, esperaríamos a que la amenaza se concretara y entretanto miraríamos complacientes a quien la profiere?
¿Por qué, entonces, hacemos esto cuando quien realiza tal amenaza es el que ha sido designado como Presidente de una Comunidad Autónoma? ¿Es que los ciudadanos de Cataluña no merecemos, al igual que el resto de los españoles, vivir en una sociedad en la que los poderes públicos no solamente actúen dentro del marco legal, sino que hagan expreso este acatamiento y cesen en sus amenazas a los ciudadanos?
Las amenazas de actuación al margen de la ley emitidas por el Sr. Torra i Pla causan ya un daño cierto a la seguridad jurídica y perjudican a los ciudadanos catalanes. Máxime cuando estas amenazas no hacen más que dar continuidad –de manera expresa- a los hechos de septiembre/octubre que tantos perjuicios nos causaron, tanto dañaron la imagen de Cataluña y del conjunto de España y tanto debilitaron nuestra posición internacional.
Las palabras siempre son graves; pero cuando, además, estas palabras se realizan en un contexto de verosimilitud, dejarlas caer en el vacío es una enorme irresponsabilidad que como ciudadanos hemos de denunciar ya no solo en aras del interés general, sino también apelando a los perjuicios que individualmente nos causa este sometimiento a quien se propone –así lo ha manifestado- destruir nuestro marco de convivencia en Cataluña.
Soy consciente de que lo anterior no me otorga la posibilidad de exigir una actuación política al Gobierno que pueda estar respaldada por los tribunales. El Presidente del Gobierno a quien tengo el honor de dirigirme goza de la competencia constitucional para determinar cuándo ha de actuar y cuándo no; y solamente en los casos más graves de dejadez podría haber una responsabilidad jurídica por su inacción; pero lo anterior tampoco me impide ejercer mi derecho como ciudadano de dirigirme al máximo responsable de la dirección política del país para pedirle que ejerza las funciones constitucionales que tiene atribuidas a fin de proteger el orden constitucional en Cataluña y la seguridad jurídica de sus ciudadanos y adopte las medidas necesarias para que el Sr. Torra i Pla, habiendo defendido el programa de gobierno que presentó los días 12 y 14 de mayo ante el Parlamento de Cataluña, no pueda ejercer de manera efectiva el cargo de Presidente de la Generalitat de Cataluña, con todas las funciones inherentes a dicho cargo; al menos en tanto en cuanto no manifieste de manera clara e inequívoca aquello a lo que constitucionalmente está obligado: su acatamiento a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico.