domingo, 10 de junio de 2018

HABLANDO SOBRE ESPAÑA

Pepe Oneto.
Pepe Oneto. Silvia Pérez

OPINIÓN HABLANDO SOBRE ESPAÑA

Oneto: "Pedro Sánchez tiene más ambición que Zapatero y la empatía de Felipe"

"El problema en Cataluña es que estamos ante dos perturbados: Torra y Puigdemont" / "Rajoy ha sido un buen registrador de la propiedad. Ha pasado su largo mandato tomando nota" / "Sáenz de Santamaría se ha dedicado más tiempo a conspirar que a gobernar" / "Yo veo avanzando a la España republicana" 

José Oneto (San Fernando, Cádiz, 1942) ha conocido personalmente a los siete presidentes de la Democracia y vive en una casa que le compró a Adolfo Suárez. Director de Cambio 16 y Tiempo -dos de las grandes revistas políticas de España-, columnista y comentarista habitual en radio y televisión, ha sido notario de la evolución del país en los últimos 40 años. De todo ello ha dejado testimonio en una docena de libros.
Hábil analista, detecta un avance del republicanismo pese a la mejora que para la imagen de la Corona ha supuesto la llegada al trono de Felipe VI. Acusa a Sáenz de Santamaría de haber utilizado el CNI a su antojo y de crear desde el poder un panorama mediático "que no responde a la realidad del país". 
España parece vivir en una permanente montaña rusa: en cuatro años ha abdicado el Rey, ha habido un intento de golpe de Estado separatista, un partido nuevo ha ganado las elecciones en Cataluña al tiempo que pasaba a liderar las encuestas en España, ha triunfado la primera moción de censura de la Democracia... ¿Qué está pasando?
Desde el 15-M está cambiando nuestro mapa político y social. El 15-M es consecuencia de la crisis económica. Llega un momento en que los efectos de la recesión son lacerantes: el paro aumenta, a la gente la echan de sus casas, la juventud tiene cada vez menos esperanzas de futuro... y mientras, Europa sigue apretando el cinturón. Eso produce una explosión social que detecta muy bien, por ejemplo, José Luis Sampedro. No se trata de un movimiento incontrolado y loco, tiene una explicación lógica. A partir de ahí empiezan los cambios.
Otro factor desencadenante de esos cambios son las redes sociales. El estallido principal se produce cuando se descubre que el Rey ha tenido un accidente en Botsuana, en una cacería de elefantes con su amante. Eso, que en otras circunstancias a lo mejor se podía haber parado, ya no se puede. Zarzuela se plantea la posibilidad de ocultar el hecho, pero se da cuenta de que es imposible. Además, ocurre en un día clave, un 14 de abril, y el debate que se genera en internet adquiere dimensión de crisis nacional. En cierto modo, ahí empieza la crisis de la monarquía y una etapa política nueva, que se plasma en la ruptura del bipartidismo a la primera ocasión, con las primeras elecciones tras el 15-M.
Al final, de aquel espíritu de regeneración surgen el populismo y, en el caso español, una peligrosa deslegitimación de la Transición.
Sí, el populismo no estaba en el inicio del 15-M, llega después. Y hay que tener en cuenta que la mayoría de quienes salen a la calle no han conocido la Transición, y por tanto no le tienen especial cariño. Han nacido en Democracia, y para ellos la libertad forma parte natural de sus vidas. Toda la magia de la Transición no la sienten estas nuevas generaciones, para ellos son historias del abuelo.
¿Estaba justificada la moción de censura a Rajoy?
Estaba justificada desde hacía mucho tiempo, pero sólo se precipita cuando uno de los participantes cambia de juego. Hasta ese momento, los partidos estaban como jugando al parchís: volvían a la casilla de salida, iban hacia delante, pasaban atrás... De pronto alguien juega al ajedrez. Eso rompe todo el esquema y sorprende a un personaje que cree que tras aprobar los Presupuestos ha ganado dos años y tiene garantías de seguir en el poder. Rajoy se da cuenta muy tarde de la jugada y es incapaz de reaccionar. 
Sánchez actúa con gran astucia. Ni siquiera presenta un programa alternativo. Y la gran habilidad de la moción de censura es que incluso le ofrece a Rajoy en varias ocasiones la salida honorable de que se vaya, de que se retire. Tampoco dice cuándo va a disolver, porque su intención es no convocar elecciones, quiere quedarse todo el tiempo
Silvia Pérez
¿Debería haber dimitido el presidente?
Era lo lógico, lo normal, de sentido común. Pero la operación le coge con el paso cambiado, es una opción que nunca había contemplado. Sólo es capaz de huir. Y huye. Y se mete en un restaurante a tomar güisquis con medio Consejo de Ministros, hasta tal punto que Carmen Martínez Castro termina prácticamente borracha. Rajoy no sabe qué hacer. No da la cara. Envía a Cospedal a que dé explicaciones mientras en el partido todos se preguntan dónde esta Mariano. Evidentemente, se equivoca al no dimitir, porque de haberlo hecho hubiera tenido la posibilidad de seguir controlando la situación. Pero se pierde entre el desconcierto general de todo su entorno.
Ahí es clave la posición del PNV: de un día para otro, pasa de apoyar al Gobierno a liquidarlo.
El PNV se da cuenta de que Rajoy está en las últimas. Si fracasaba la moción de Sánchez ya había otra preparada por Pablo Iglesias. La situación era insostenible.
El PP tiene la obsesión de señalar a Ciudadanos como causante de todos su males
¿Tiene razones el PP para culpar a Ciudadanos del vuelco que se ha producido, como ha venido repitiendo desde entonces?
No, no, ni muchísimo menos. Ciudadanos no tiene nada que ver en esta historia. El PP tiene que buscar una explicación, pero no está ahí. Eso responde a su obsesión de señalar a Ciudadanos como causante de todos su males.
Llega a producirse una imagen para la historia, por lo chocante: los diputados del PP aplaudiendo las críticas de Sánchez a Rivera en el pleno forzado por el PSOE para echar a Rajoy...
Es incomprensible, no tiene ningún sentido. Eso es producto del desconcierto del PP. 
Quizás es pronto para tomar perspectiva, pero ¿cómo juzgará la historia a Rajoy?
Bueno, yo creo que ha sido un buen registrador de la propiedad. Ha pasado su largo mandato tomando nota, como hacen los registradores de la propiedad. Es un hombre muy difícil para tomar decisiones y sobre todo para decidir en momentos clave. Rajoy va dilatando los temas con esa querencia que también era muy de Franco de que el tiempo lo resuelve todo.
Franco tenía un fotógrafo, Campúa, que todos los años hacía una foto de la mesa del Consejo de Ministros, que el dictador llenaba de papeles con los asuntos pendientes de tratar. De un año a otro, cambiaba la disposición de los los montones. A un lado los papeles que el tiempo ha resuelto y al otro, los papeles que el tiempo tiene que resolver. Y esa es un poco la política de Rajoy.
En su particular 'ranking' de presidentes, en qué lugar pondría a Rajoy.
El primero, sin duda, a pesar de que posiblemente era el que tenía peor formación, Adolfo Suárez. Luego pondría a Felipe González y después, seguramente a Rajoy. Aznar tuvo un primer mandato bueno, cuando estaba sin mayoría absoluta. Y Calvo-Sotelo estuvo muy poco, aunque hizo cosas que nadie habría imaginado, como sentar a los militares en el banquillo...
¿A quién ve como sucesor de Rajoy?
Creo que sólo está Feijóo. La propia estructura del PP ha impedido que saliera más gente. Se habla de Soraya Sáenz de Santamaría, pero no es política, no tiene sentido de la política, es una abogado del Estado a la que han metido en el mundo de la conspiración y, de hecho, se ha dedicado más a conspirar que a gobernar. Y Cospedal creo que no tiene capacidad para ser presidenta.
Santamaría ha controlado los medios. No habrás visto ninguna critica hacia ella, permanece incólume a cualquier polémica
¿Qué opinión le merece el panorama de los medios de comunicación que deja el PP? 
Es un panorama en profunda crisis, y ha sido utilizado por el poder para diseñar un mapa que ha manejado la vicepresidenta del Gobierno para protegerse. No habrás visto ninguna critica hacia doña Soraya Sáenz de Santamaría. Ella lo critica todo pero permanece incólume a cualquier polémica. Han controlado relativamente las televisiones y han hecho un mapa que no responde a la realidad del país, en un momento en el que la prensa de papel está en profunda decadencia y parte de ella está en manos de la política que pueda decidir el Gobierno.
La vicepresidenta no sólo controlaba los medios, sino el CNI.
Ha tenido información muy directa del Centro que no ha tenido nadie; alguna no le ha llegado ni al propio Rajoy.
La llegada al poder de Sánchez tiene un pecado original: se produce gracias a los votos de Bildu y los separatistas, y sin pasar por las urnas. ¿Se le perdonará? ¿Le ve falta de legitimidad democrática?
Yo creo que eso se olvidará pronto. Pero claro, todo dependerá de como lo haga. En cualquier caso, la moción de censura es un camino legal para llegar al poder, tanto como unas elecciones, y más en un país en el que no se elige directamente a nadie: ni al jefe del Estado, ni al presidente del Gobierno, ni a los presidentes autonómicos.... Siempre se hace de forma indirecta y a través de los aparatos de los partidos.
¿Qué tiene Sánchez de anteriores presidentes?
De Zapatero tiene poco, quizás el afán de renovar y de abordar temas que nunca se han abordado, como el feminismo; pero tiene mucha más ambición que Zapatero. Y de Felipe probablemente tiene la empatía, la capacidad de conectar.  
Sánchez ha hecho un equipo para agotar la legislatura y la propia presentación de los ministros ha sido espectacular, pero a partir del lunes toca ponerse manos a la obra y con 84 diputados puede surgir las dificultades. ¿Qué vida le augura a este Gobierno? 
Eso depende sobre todo del papel que haga Podemos. Iglesias es el único que tiene la bomba controlada para hacer estallar el Gobierno, porque yo no veo a los independentistas con esa capacidad. Ahora bien, Podemos tiene el estigma de que pudo echar a Rajoy y traicionó a Sánchez, y ese estigma sigue ahí y le condiciona a la hora de repetir una jugada similar. Creo que este Gobierno puede durar. Y está claro que el objetivo de Sánchez es prolongar al máximo su mandato.
Silvia Pérez
¿No minusvalora la capacidad de los separatistas, por activa o por pasiva? La primera medida de Sánchez, retirar el control financiero a la Generalitat, está siendo contestada.
Bueno, ciertamente esa es la política que se ha hecho durante años en Cataluña y no ha dado resultados. Aquí el problema es que estamos ante dos perturbados: en ningún país normal el tal Quim Torra hubiera llegado a nada, y está Puigdemont, en el exilio, que también ha perdido un poco el sentido común, y es el que maneja el tinglado, el teatrillo... Estamos ante dos personajes con los que es muy difícil tratar de temas importantes con una cierta frialdad, porque ellos están metidos en otra historia.  
¿Hace bien Sánchez al mostrar mano tendida al Gobierno catalán mientras Torra no se comprometa a actuar dentro de la Constitución?
Como actitud está bien, pero para mí la retirada del control financiero es un punto negro. No me gusta, y ya se han producido hechos preocupantes, como el anuncio de una gran inversión en TV-3, y hay muchísima gente que reclama dinero de aportaciones que dio para organizar el referéndum del 1-O. El control de las cuentas debería de haberse mantenido.
¿Qué nombre del nuevo Gobierno le ha sorprendido más? 
Pedro Duque. Me parece una gran jugada, igual que lo era intentar fichar a Vicente del Bosque como secretario de Estado para el Deporte.
¿Cree que es necesaria una reconstrucción del centro-derecha nacional, como ha reclamado Aznar? 
Bueno es que Aznar presentó la situación como si fuera un parte policial: 'El centro derecha ha sido destruido'. Yo creo que el mapa político está cambiando y que hay un nuevo partido, que es Ciudadanos, que va a tener una gran influencia en esa reconstrucción.
A los socialistas les puede interesar más llegar a acuerdos con Rivera que con otros posibles aliados
¿Ve a Ciudadanos y a PP pactando, como sugiere García Margallo, o siguiendo caminos distintos?
Lo que indican las encuestas es que la única solución para un gobierno estable en España es un pacto PSOE-Ciudadanos o PP-Ciudadanos. Es mucho más lógico y natural un pacto Ciudadanos-PP que Ciudadanos-PSOE, aunque en estos momentos creo que a los socialistas les puede interesar más llegar a acuerdos con Rivera que con otros posibles aliados. 
¿Cree que Ciudadanos puede rehacerse del revés que ha sufrido?
Es verdad que la llegada al Gobierno de Sánchez saca a Ciudadanos del mapa, que iba como un tiro, pero creo que tiene capacidad para rehacerse. Su problema es que no tiene estructura en la mayoría de las provincias y, por eso, su gran reto serán las autonómicas y municipales del año que viene. Aún está bajo el desconcierto por lo ocurrido; ahora ha de replantearse qué política va a hacer. La situación creada puede incluso fortalecer el bipartidismo y probablemente hasta puede beneficiar al PP.
¿Y cómo queda Podemos? Pablo Iglesias lleva dos revolcones seguidos. El anterior fue el del chalé.
Es que Ciudadanos tiene la ventaja de que conecta más con la nueva sociedad española, mientras que en Podemos se ha producido un progresivo distanciamiento del 15-M. Ese Podemos que nace para recoger las ansias de cambio acaba convirtiéndose en una formación donde quien manda es el secretario general y quien dirige todo, como siempre ocurre en los partidos, es el aparato.
Lo del chalé les hizo mucho daño desde el punto de vista de la credibilidad, pero creo que poco a poco va a ir olvidándose. El problema de Iglesias es el mismo que el de Willy Toledo: hablas tanto y dices tantos disparates que al final hay una contradicción en el personaje. Eso, en el caso de Willy Toledo no tiene importancia porque no se dedica a la política, pero en el caso de Iglesias, sí. Además creo que gran parte de la opinión pública y también la gente dentro de su partido han captado esa ansia de control y de estalinismo que hay en su actuación.
¿Cree que hay riesgo de cambio de régimen, de deslizamiento hacia una república?
Aquí se produce un fenómeno curioso, y es que el único partido que podía acelerar ese proceso es Podemos, y siempre que ha habido grandes concentraciones, las órdenes que han dado a los suyos es que bajo ningún concepto llevaran banderas republicanas. Podemos no parece que tenga mucho interés en la República, excepto de palabra.
Pero va a llegar un momento en el que el asunto se va a plantear, que no quepa la menor duda, sobre todo si vamos a una reforma de la Constitución. Y es verdad que la Monarquía tiene mejor imagen que hace año y medio o dos años, pero es un tema que no está dormido. Yo veo avanzando a la España republicana.
¿Qué le pareció el discurso de Felipe VI contra el golpe secesionista?
No podía hacer otro. Estaba condicionado por la situación. Ese día, por distintas circunstancias, estuve muy cercano a Zarzuela, y la información que estaba llegando de Cataluña era alarmante. Las fuerzas del orden público se veían superadas por los acontecimientos y temían una movilización masiva.

martes, 5 de junio de 2018

Ulises Rajoy, el inmóvil.


Triste final para un Presidente y para un líder de un partido. Y patética evidencia de que no se ha enterado de nada. Esa quietud que loa, ese "amarrarse al mástil por no sucumbir a los cantos de sirena", es lo que nos ha traído hasta aquí. Y a él hasta ahí. Ni él es Ulises ni las sirenas cantaban; estaban al ataque.

Podría haberse ido por la puerta grande ofreciendo su dimisión para que el PP siguiera en el poder hasta poder convocar elecciones con otro presidente. Hubiera podido decir que se había sacrificado por España y por su partido. Entonces esa dimisión sí hubiera sido lo mejor para el partido y para España, pero él buscaba "lo mejor para mí, para el partido... Y para España", en ese orden. Ahora no es más que algo inevitable, una consecuencia de no haberse movido, no un sacrificio.

Y se va sin reconocer error alguno. Los malos son los demás, el destino, las sirenas y, sobre todo Rivera; que ya se sabe que no es leal y tiene que aprender lealtad de Sánchez.

A quien ha sacrificado es a su partido y, de paso, a todos los demás. No creo que el PP sobreviva a la pérdida del poder. Me temo que asistiremos a un "UCD II" y sálvese el que pueda.

domingo, 3 de junio de 2018

La defensa de Rajoy es culpar a Ciudadanos.


Otro argumentario del PP para atacar a Cs. A Sánchez no, ni al PNV.

Dicen que si Cs no hubiera dicho que la legislatura estaba acabada no se hubiera producido la Moción de Censura. Y que si no hubiera asustado al PNV éste no les habría traicionado. Alucinante, y miserable. Además de falaz.

Sale una sentencia en donde se dice textualmente que el testimonio del Presidente del Gobierno no es fiable ¿y pretenden que se le aplauda desde un partido que apoyó la investidura a pesar de que insistió en que el PP propusiera a otro, precisamente para evitar algo como esto?

¿Nos creen tontos? ¿Nos creen a todos forofos sectarios tipo "viva er Beti manque pierda"? ¿Creen que todos vamos a sustituir el intelecto por la adhesión inquebrantable? Llevan desde el principio de la legislatura ninguneando a Cs, obviando lo que dice, saltándose a la torera los acuerdos de investidura suscritos con ellos, ¿y de pronto son tan importantes que han tumbado al gobierno del PP y convocado a todas las fuerzas -que por cierto, están contra ellos- porque les ha abierto los ojos al decir que se acabó el apoyo y que hable el pueblo?

Esto ya no es consigna sectaria ni argumento falaz, esto es un insulto a la inteligencia. Y encima, jugando con España.

Resulta que Sánchez es un hombre de estado de intachable lealtad, hasta el punto de que en sede parlamentaria Rajoy se lo puso a Rivera como ejemplo de lealtad a seguir.

Resulta que se llega a acuerdos -algunos soterrados y nada claros- con el PNV a pesar de que Rivera advierte del peligro de pactar con nacionalistas para gobernar España. Se le responde que son de lealtad probada y que buscan el bien general, hasta el punto de acordar con ellos una subida de pensiones que dos días antes se decía imposible, con el único objetivo de dificultar a Cs oponerse.

Resulta que el propio PNV reconoce que el motivo principal para apoyar los Presupuestos es impedir que se convoquen elecciones por el miedo que les produce que Cs las ganase.

Resulta que el PNV se alía con Sánchez y con la extrema izquierda anticlerical -recordemos que el PNV es de derechas y de curas íntimos- y tumba a Rajoy por conseguir más y más rápidamente prebendas sin que Cs pueda poner impedimentos... ¿Y resulta que la culpa la tiene Cs?

Pues mira, va a ser que sí, que tienen la culpa por no haber retirado su apoyo antes y haber provocado una convocatoria de elecciones. Pero no lo hicieron porque creyeron que no era bueno para España con el problema catalán en su cénit. Son "culpables" de anteponer el interés de España al suyo.

¿Y ahora vienen los traidores a España a echarles la culpa de que otros traidores los hayan desalojado del poder? A ver si se enteran, esto no es más que la vieja historia de que Roma no paga a traidores.

Y no parece que hoy por hoy Cs sean traidores a España. Más bien todo lo contrario. Tal vez los únicos que no lo son, salvo honrosas y minoritarias excepciones. Por eso van a por ellos.

sábado, 2 de junio de 2018

El colmo de la desfachatez.

Cómo estará la cosa que el PP se ha visto obligado a publicar todo un folleto con el argumentario para justificar lo injustificable: que Rajoy no dimitiera.

El folleto empieza bien, exponiendo el proceso que habría abierto su dimisión, aunque omite el principal e inmediato efecto de esa dimisión: el decaimiento inmediato de la moción de censura y la suspensión de la votación. O sea, HOY NO SERÍA PEDRO SÁNCHEZ PRESIDENTE. Curioso olvido. Bueno, también olvida el punto 1 que cuando se le pedía que convocara elecciones la Moción no estaba aún en trámite, sólo había sido entregada, no admitida.

En el punto 4 ya se embarcan en los vericuetos de la política ficción, del posibilismo e incluso de la adivinación, dando por seguro que Pedro Sánchez obtendría los mismos apoyos en una investidura que los que obtuvo en la moción de censura. Lo cual no sólo no se puede asegurar sino que muy posiblemente no sería así. Y de tener esa certeza el PP habría que tacharlo de irresponsables, pues, sabiendo eso, ¿cómo pactaron con el PNV los Presupuestos y se pusieron en sus manos halagando su lealtad y responsabilidad ¿Lealtad del PNV con España? ¿Con el PP? ¿Con Rajoy? ¿A cambio de qué?

Hubiera quedado abierta la puerta de la negociación, y no sólo con el PNV. Por cierto, ¿hubiera podido el PNV justificar ante sus bases que no apoya la entrada en vigor de los Presupuestos que ayudó a aprobar sin poder usar la excusa de que es para echar a Rajoy, pues éste ya habría dimitido? Pero esa investidura no tendría como objetivo que gobernara el PP sino asegurar los presupuestos, controlar el desmadre catalán y convocar elecciones. Éste es el verdadero problema. No quieren elecciones. Ni el PP ni ninguno del supuesto bando contrario. Excepto Cs. Y es éste el "enemigo" a batir. Enemigo común con el bando opuesto. Ya son muchas cosas en común.

En el punto 5 ya se descubren ellos solos: no dimitió porque eso no hubiera supuesto que el PP siguiera gobernando, los intereses de España ni los han contemplado. No se le pedía que dimitiera para intentar que el PP gobernara, sino para impedir un gobierno del tipo del que ahora tenemos. Se le pedía que no cerrara la posibilidad de que fuéramos los españoles a través de las urnas los que decidiéramos y no Sánchez comprando apoyos.

El interés de España ante una situación de tal gravedad es que los españoles decidamos con nuestro voto, no que se entregue el gobierno a un conglomerado en donde están quienes quieren liquidar España.

Poco más que añadir ante esta confesión. O gobierno yo o que os zurzan, han dicho a los españoles. Rajoy no ha dimitido porque cree que ante el desastre que nos espera tiene la oportunidad de aparecer como salvador. A lo mejor desde la mesa de un restaurante tras unos vasos de whisky. Acabásemos.

Aquí tienen el falaz panfleto.






De aquellos polvos, estos lodos.

Las cinco veces que Mariano Rajoy traicionó a los españoles

El todavía líder del PP ha demostrado ser, de lejos, el presidente más irresponsable y egoísta de la democracia española.Manuel Lamas

Habemus presidente. Mariano Rajoy abandona el poder tras seis años y medio en el gobierno después de que, por primera vez en la historia de la democracia, haya triunfado una moción de censura. El líder del PP dice enorgullecerse de haber dejado una situación económica mucho mejor de la que se encontró a finales de 2011, cuando las urnas le otorgaron la mayoría absoluta más holgada conocida hasta la fecha, mientras que entre sus filas destacan el sacrificio y la altura de miras del ya expresidente por buscar, siempre y en todo lugar, el "interés general" del país.
¿En serio? Lo cierto es que, por desgracia, Rajoy ha demostrado ser, de lejos, el presidente más irresponsable y egoísta de la democracia española. Adolfo Suárezse inmoló para lograr la tan ansiada Transición; Felipe González estuvo dispuesto a renunciar a su carrera política para que el PSOE abandonara el marxismo como base ideológica, reconvirtiéndolo en un partido de corte socialdemócrata y europeísta; José María Aznar, por su parte, decidió limitar voluntariamente su mandato a dos legislaturas; José Luis Rodríguez Zapatero aplicó un significativo recorte del gasto público, a sabiendas de que le costaría el cargo, para evitar males mayores; mientras que Rajoy, por el contrario, se ha jugado el futuro del país y el bienestar de todos los españoles hasta en cinco ocasiones por puro y simple interés personal.
Es evidente que todos los políticos, en mayor o menor medida, persiguen su propio beneficio empleando de forma falaz y torticera la excusa del "interés general", pero Rajoy ha sido, con diferencia, el mayor ególatra de todos. Sus antececentes así lo certifican.

1. Dijo "no" a los recortes de 2010

La primera gran traición al conjunto de los españoles se produjo en mayo de 2010. Por entonces, la situación económica que registraba España era dramática. El impacto de la recesión, el histórico incremento del paro y el estallido de la crisis de deuda en el seno de la zona euro situaron al país al borde la quiebra.
Tanto es así que el mercado cerró el grifo a la deuda pública y privada de España entre el 3 y 7 de mayo. Los inversores llegaron a rechazar tipos de interés del 18%, entrando con ello en una especie de quiebra técnica que desató todas las alarmas. Los teléfonos empezaron a sonar en Moncloa para forzar la reacción de Zapatero. Bruselas, el FMI y hasta Washington comenzaron a presionar. Había que hacer algo para tranquilizar a los inversores y, efectivamente, el 12 de mayo, el entonces presidente del Gobierno subió a la tribuna del Congreso cabizbajo y con semblante serio para anunciar el mayor ajuste de gasto público acometido de una sola vez: 15.000 millones de euros.
Zapatero decidió congelar las pensiones, recortar el sueldo a los funcionarios, eliminar la prestación de 2.500 euros por maternidad, eliminar el régimen transitorio para obtener la jubilación parcial, reducir la inversión pública y exigir un ahorro adicional a ayuntamientos y CCAA, entre otras muchas medidas. Era impopular y, por supuesto, contradictorio, puesto que, hasta entonces, el PSOE se había negado a aplicar recortes, pero necesario para aminorar e riesgo de quiebra. Zapatero sabía que su carrera había terminado, no podría repetir como candidato después de aquello y, aún así, lo hizo por el bien del país.
Sin embargo, a pesar de la urgencia y la imperiosa necesidad de recortar el gasto para tratar de afrontar la tormenta financiera, el PP, con Mariano Rajoy a la cabeza, votó en contra, ya que lo único que buscaba era la caída del Gobierno. El polémico real-decreto salió adelante gracias a la abstención de CiU, CC y UPN, por un simple voto a favor.
España estaba al borde de la quiebra, con todo lo que ello supone, y el PP optó por rechazar unos recortes que eran imprescindibles. Tal y como recoge el Diario de Sesiones del Congreso del 27 de mayo -día de la votación-, Rajoy dijo lo siguiente:
Señor presidente, señorías, simple y claramente, no. Eso es lo que dice el Grupo Parlamentario Popular al decreto-ley que el Gobierno ha traído a esta Cámara para su convalidación. Vamos a votar en contra por estimarlo improvisado, insuficiente e injusto. Las medidas que comprende se han tomado a la ligera, no atienden a las exigencias de la presente situación y cargan injusta e innecesariamente los desaguisados del Gobierno sobre los sectores más indefensos de la sociedad
[…] este decreto-ley es rechazable porque es injusto, profundamente injusto. Contempla un recorte en los gastos sociales como no se había conocido en esta democracia; nunca se había conocido un recorte igual. El señor Rodríguez Zapatero, con las prisas, con las improvisaciones y con el como sea, ha ido a lo fácil, a lo débil, a lo resignado, y castiga particularmente a aquellos a los que ya no les queda ninguna capacidad para defenderse, que son los pensionistas […]
El mismo Rajoy que, una vez en el Gobierno, también redujo el sueldo a los funcionarios y aplicó una subida de las pensiones del 0,25% anual, además de disparar los impuestos, más incluso que Zapatero, con el fin de evitar recortes mayores. La clave, sin embargo, no es su profunda hipocresía, que también, sino su grave irresponsabilidad. De no aprobarse ese real decreto, la situación económica habría empeorado de forma muy sustancial, pero a Rajoy poco le importó.

2. Amenazó con salir del euro en 2012

Una vez alcanzado su objetivo, la ansiada Presidencia del Gobierno, a finales de 2011, el líder popular volvió a hacer gala de su auténtica naturaleza. Para empezar, y pese a que la crisis seguía golpeando con dureza a las empresas y familias, decidió posponer la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, así como la puesta en marcha de la reforma laboral, para tratar de ganar laselecciones autonómicas en Andalucía. Lo primero, el partido, cómo no…
Aunque lo más grave tuvo lugar pocos meses después. En 2012, con la prima de riesgo por encima de los 700 puntos básicos y la rentabilidad de la deuda en máximos, el Gobierno del PP empezó a amenazar a las autoridades comunitarias con la posible salida del euro de España. Ya estaba bien de ajustes, según los asesores más próximos al presidente. El BCE tenía que actuar, es decir, salir al rescate de España mediante masivas compras de deuda si quería evitar la desintegración de la moneda única.
El equipo económico del Gobierno analizó el coste, tanto político y económico, que podría suponer un rescate internacional al estilo de Grecia o la posible salida del euro, sin descartar, llegado el caso, abandonar la moneda común. Hasta ese punto llegó la irresponsabilidad e indecencia del hoy expresidente. Finalmente, el BCE salió al rescate en julio de 2012 para tranquilizar a los mercados con la ya famosa frase de Mario Draghi: "El BCE está preparado para hacer lo que sea necesario para garantizar el euro. Y créanme, será suficiente". Pero la cuestión es que Rajoy se jugó, literalmente, el bienestar de dos generaciones de españoles para evitar su desgaste electoral.

3. Forzó la repetición de elecciones en 2016

Algo similar sucedió en 2016. Tras engordar a Podemos concienzudamente para romper la izquierda en dos y azuzar el miedo entre los electores del centro derecha, Rajoy decidió no presentarse a la investidura tras la victoria electoral registrada en los comicios celebrados a finales de 2015, cediendo así la iniciativa política a Pedro Sánchez, sin intención alguna de negociar, con la esperanza de que éste fracasara y, en última instancia, repetir las elecciones.
Su pronóstico, efectivamente, se cumplió, a sabiendas de que Sánchez lo tenía imposible para pactar con Podemos e independentistas, dada la profunda división interna que padecían los socialistas, con Susana Díaz y otros históricos en contra. Pero es que, entonces, Podemos tampoco quería llegar a ningún tipo de acuerdo con el PSOE. En ese momento, las encuestas otorgaban al partido de Pablo Iglesias la posibilidad de completar su ansiado sorpasso, convirtiéndose así en el líder de la oposición, su principal meta política, así que populares y podemitas votaron en contra de Sánchez, provocando la repetición de las elecciones.
De este modo, en caso de que Podemos superara el PSOE en votos, Rajoy se garantizaría la reelección, ya que los socialistas, difícilmente, respaldarían a Iglesias como candidato a presidente. Por suerte, los españoles no respaldaron esta estrategia en las urnas y el PSOE, pese a su desastroso resultado, se mantuvo por delante de Podemos, pero ese riesgo, que habría supuesto un trágico punto de inflexión para la democracia española, existió gracias, una vez más, a Rajoy. Y lo más curioso de todo es que, finalmente, fue el PSOE -aunque sin Sánchez al frente- el que posibilitó la gobernabilidad de España haciendo presidente al líder del PP.

4. Permitió el golpe en Cataluña

Por si fuera poco, también permitió la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre en Cataluña y la posterior declaración de independencia, ya que se resistió a activar el artículo 155 de la Constitución. Tan sólo la acción de la Justicia y la muy oportuna intervención del Rey permitieron parar el golpe al marco constitucional. En este caso, Rajoy se jugó la unidad del país con su parálisis, pensando de nuevo que eso le beneficiaría electoralmente.

5. Hizo presidente a Pedro Sánchez

Y, por último, pero no menos importante, el todavía mandamás popular ha hecho presidente a Pedro Sánchez sin necesidad de pasar por las urnas. Ante el éxito de la moción de censura, Rajoy tenía dos opciones: o bien dimitir, lo cual abriría una ronda de consultas para investir nuevo presidente; o bien permitir la votación, haciendo presidente a Sánchez de forma automática.
El PP se ha esmerado en explicar que la citada dimisión no serviría de nada, ya que Sánchez habría alcanzado la Presidencia de igual modo con el apoyo de Podemos y los grupos separatistas, pero, una vez más, mienten. Simplemente, no es cierto. Una cosa es poner de acuerdo a casi todos los partidos de la oposición para echar a Rajoy y otra muy distinta, con Rajoy ya fuera, hacer presidente a Sánchez mediante la negociación de ciertas condiciones y un determinado programa de gobierno. Las posibilidades reales de que saliera esta segunda opción eran muy bajas debido a la gran debilidad política del PSOE, tal y como ya sucedió en 2016.
Rajoy, por el contrario, ha preferido hacer presidente a Sánchez, impidiendo a todos los españoles el poder pronunciarse en las urnas por dos motivos básicos. En primer lugar, porque, a la vista de las últimas encuestas favorables a Cs, lo último que le conviene al PP en estos momentos es celebrar unas nuevas elecciones generales; y, en segundo término, porque Rajoy, en el fondo, todavía confía en recuperar el poder. A lo mejor sorprende y abre la sucesión en el seno del PP, pero tampoco debería extrañar que se presente de nuevo como candidato a las generales.
Muchos en el PP piensan que este nuevo escenario de inestabilidad abre una ventana de oportunidad para recuperar el Gobierno. Sánchez tendrá muy difícil ejercer el poder apoyándose en populistas e independentistas, y eso le puede conducir a cometer graves errores que los populares confían en rentabilizar. Recurren, una vez más, al discurso de miedo, "o yo o el caos", para movilizar a unos votantes muy descontentos con la deriva de Génova. De ahí que las críticas de los populares se centren mucho más en Ciudadanos, su verdadero enemigo político, que en PSOE, Podemos y separatistas.
Sí, el Gobierno Frankenstein que tanto preocupa a muchos españoles, es el último legado de Rajoy y su quinta gran traición al conjunto de los españoles. Ahora falta por ver si, tal y como ha sucedido en otras ocasiones, esta jugada le sale bien… Pero, una vez más, es el bienestar de la sociedad lo que realmente está en juego. ¿Interés general? ¿Dónde?

viernes, 1 de junio de 2018

El PP espera ya el siguiente paso de Rajoy: "Hay que hacer algo"

Rajoy recibe la última ovación desde el escaño azul. | EFE

Barones piden que Rajoy pilote un proceso de renovación en el PP para evitar guerras internas. El martes, Comité Ejecutivo Nacional.
P. Montesinos

Frustración, lágrimas, abrazos. Y una pregunta por encima del resto: ¿Qué hará ahora Mariano Rajoy? Su entorno pidió tiempo tras el enorme mazazo. Se informó de que el próximo martes reunirá al Comité Ejecutivo Nacional, en el que se verá cara a cara con barones y altos cargos. Hasta entonces, despachará con sus más íntimos, escuchará a su familia. Los primeros cambios podrían llegar en el Grupo Popular en el Congreso. "No hay que perder la calma, pero hay que hacer algo", en palabras de un líder autonómico. José María Aznar también romperá su silencio el martes.

En estos momentos, Rajoy sigue siendo presidente del PP y mantiene su escaño. "Le habéis matado muchas veces y siempre ha sobrevivido", advirtió a los periodistas un destacado dirigente de la formación. Pero el partido nunca ha estado tan mal como ahora, tan ansioso de que pase algo que les haga levantarse y encarar con fuerzas las próximas elecciones. "Dadnos unos días", suplicó Soraya Sáenz de Santamaría, que pasa de vicepresidenta a diputada raso. "Renovación", clamaron varios cargos consultados por este diario.

"Ha sido un honor haber sido presidente del Gobierno y un honor haber dejado una España mejor que la que encontré", proclamó Rajoy, que se sentó por última vez en el escaño azul. Felicitó a Pedro Sánchez y subrayó que "como demócrata" acepta el resultado de la moción aunque no comparta "lo que se ha hecho". "Suerte a todos ustedes por el bien de España", se despidió en su última intervención en el hemiciclo con jefe del Ejecutivo.

Rajoy llegó poco antes de que diera inicio la votación de la moción, justo para su breve intervención en la tribuna. Su escaño volvió a permanecer vacío durante prácticamente toda la mañana. Cuando llegó fue recibido con aplausos por la bancada popular y, a su marcha, un grupo de diputados aún le esperaba para aplaudirle mientras subía a su coche oficial. Mientras, algunos asesores gubernamentales empezaron a despedirse de los informadores. Lejos de las cámaras, más momentos de emoción. "Es injusto", lamentó Rafael Hernando. "No nos lo merecemos", repitieron a coro cargos populares. Íñigo de la Serna, Alfonso Dastis y Román Escolano se despidieron de la Cámara, al no ser diputados.

Muchos en el PP observaron claramente un fin de ciclo. "¿Rajoy sentándose en la zona de la oposición? ¿Siendo de nuevo candidato? No lo creo", apuntó un diputado. Lo primero, según varios barones consultados por este diario, será escucharle, conocer de primera mano su plan. "Hay que mantener la calma", insistieron, pero "también hablar de todo". La percepción mayoritaria es que Rajoy debería de pilotar un periodo de renovación para evitar que todo salte por los aires y después marcharse. "La guerra podría ser total", según las fuentes consultadas.

"Vamos a escuchar y a conocer cuál es la opinión del presidente, que me parece determinante", afirmó Alberto Núñez-Feijóo, el mejor situado para sustituir a Rajoy. Ganó por mayoría absoluta las últimas elecciones gallegas y controla la estructura regional del partido. "Estoy a disposición de Galicia y del partido, pero de Galicia", contestó en relación a su futuro político. Santamaría también está en las quinielas, pero en el propio partido recordaron su enemistad con María Dolores de Cospedal, que además de secretaria general es presidenta del PP de Castilla-La Mancha. "Soraya en el partido no es nada, no ha sido candidata de nada", expuso uno de sus críticos.

En el PP vieron un nuevo ejemplo de ese distanciamiento entre ambas este mismo jueves, en pleno cisma. Al mismo tiempo, Cospedal comparecía en el Escritorio y Santamaría protagonizaba un numeroso corrillo en el pasillos de la Cámara. Con la primera, Juan Ignacio Zoido y Dolors Montserrat. Con la segunda, Fernando Martínez-Maillo. No aparecieron juntas en ningún momento de la crisis.

Mientras, desde Génova avisaron de que no hay que esperar cambios drásticos, inmediatos. Aunque "hay que poner en orden" el Grupo Popular, según las fuentes consultadas. Y luego habrá también que acordar las candidaturas para las elecciones locales, autonómicas y europeas. "Nuestra tarea fundamental es levantarnos. Hemos tenido un tropiezo, nos han echado, pero vamos a seguir siendo ese partido responsable que piensa en España", dijo Hernando, que ya avanzó que harán una oposición muy dura con el PSOE y sus socios de investidura. "El Gobierno de Sánchez va a ser un horror, y por eso una oportunidad para nosotros. Ahora todos los que querían que el PP se marcharse están asustados", interpretó un líder autonómico. Génova también se prepara para criticar con dureza a Ciudadanos.

Así las cosas, con el PP en estado de ebullición, a la expectativa, Rajoy se marchó rumbo a Moncloa a terminar de prepararlo todo para regresar junto a su familia a su casa de Aravaca. No hizo declaraciones a los periodistas. "Por supuesto que no está siendo fácil para él, tiene que sobreponerse", dijo uno de los diputados que se acercó para darle ánimos. Su escaño vacío fue demoledor para el ánimo de los suyos. Hubo incluso quien creyó dentro del partido que acabaría rectificando y dimitiría en el último momento. Pero se consumó la moción y cayó el hombre de piel de rinoceronte, como le definió Angela Merkel. "Gracias presidente, estamos orgullosos del PP", proclamó oficialmente el partido.

¿Así que "La guerra podría ser total"? ¿Pero no decían que había unidad, que todos eran una piña? Y eso de que como el nuevo gobierno va ser un desastre eso "nos dará una oportunidad"... ¿Pero esta gente ha pensado alguna vez en España y en los españoles, o sólo en sus propias "oportunidades"?
Lo que viene no era deseable, y mucho menos sin haber pasado por las urnas, pero el descalabro del PP y de Rajoy se lo han trabajado ellos solos. Y muchos se lo llevábamos avisando desde hace mucho. Se han cargado al PP y han puesto a España a los pies de los caballos. Menudo legado.
Y encima su líder, en vez de mantener el tipo por decoro, respeto a sus votantes, al Parlamento y a España, se refugió tras una botella de whisky. Puede que ese final haya sido el más adecuado para el personaje, pero es indigno de un Presidente del Gobierno de España.

Cerillas y mecheros.


En el PP creen que este triunfo de Sánchez les vendrá bien para volver al poder reforzados. Seguir gobernando sin el apoyo de Cs se hacía tarea imposible e iría aumentando las posibilidades de que siguieran recibiendo votos de votantes del PP desencantados. Ello conduciría a tener que convocar elecciones, cosa que no quieren ni locos.

Suponen que estando en la oposición le quitarán protagonismo a Rivera y que, con la ayuda del resto de la partitocracia bipartidista, harán desaparecer la ilusión, renovación y esperanza que Cs representa hoy. De haber seguido en el poder no hubieran podido hacerlo y estarían supeditados a dicho partido.

Por eso Rajoy no dimitió. Su dimisión hubiera evitado el gobierno de Sánchez con independentistas, comunistas y populistas, sí; pero no hubiera podido evitar ir, de una u otra forma, a elecciones. El PP necesita "que nos enteremos" de lo que nos espera sin ellos. Esperan que Sánchez se queme para volver ellos a apagar las brasas.

Pero Sánchez se quemará sólo lo justo, aunque ha aceptado el precio de incluso inmolarse a cambio de ser ex presidente con paga vitalicia. Y digo lo justo para que no se queme el PSOE. Se trata de recomponer el bipartidismo y salvar la partitocracia, amenazada por los de Rivera y su afán de recuperar la democracia eliminando privilegios y corrupción.

Pero lo que no les importa es todo lo que se habrá quemado para formar dichas brasas. Ni parece importarles que muchas de esas cosas que arderán sean irrecuperables. Creen que como pueden culpar a otros del incendio, su papel de bomberos les proyectará a la gloria. Pero olvidan que ya todos hemos visto quienes han dado las cerillas a los incendiarios. Y hasta el alcohol.

En cualquier caso, el PSOE no va a desaprovechar la ocasión de volver al poder y de mantenerse en él ganando las próximas elecciones, por lo que controlarán a sus comparsas para no asustar. Les darán algunos regalitos para que se justifiquen ante sus bases, pero seguro que la tranquilidad social será mayor y eso de tomar las calles se calmará. Además, devolverán poder a los sindicatos políticos recuperando los convenios colectivos. Tienen que desactivar el voto del miedo que quiere recuperar el PP, y lo harán intentando no dar miedo y dejando a Podemos sin contenido. Por lo tanto, tranquilidad; no va a ser tanto como dicen. Además el PP ya hacía una política socialdemócrata.

Así que las consignas que vienen irán dirigidas a atacar a Rivera, culpando a Cs de lo que ha pasado. Al tiempo de que intentarán convencer a las bases del PP de que esto les reforzará a medio plazo. Vamos, que ha sido un éxito su derrota, poco más o menos. Y habrá incondicionales que se lo traguen.

Debacle nacional.


Mariano "Botella" Rajoy abandonó ayer el barco de la nación y de su partido y se entregó a los vapores etílicos. Debe dimitir e impedir así el inmediato gobierno apoyado por los golpistas y darnos una posibilidad. Y si no, el PP debe obligarlo antes de disolverse.

A esta hora, 09:08 h., Rajoy no está en la sesión parlamentaria que acaba de empezar. La única excusa válida sería que esté en la Zarzuela presentando su dimisión al Rey.

jueves, 31 de mayo de 2018

Cospedal ha mentido descaradamente.


"Es falso el rumor que dice que Rajoy vaya a dimitir para pactar otro gobierno. La dimisión de Rajoy no garantiza que el PP siga en el gobierno y lo saben todos los que lo están comentando. Aunque Rajoy dimitiera la aritmética parlamentaria puede impedir que el PP gobierne. Pido que dejen de extender este rumor. Quieren tapar la vergüenza de la situación que han provocado"


Si Rajoy dimite hay una oportunidad. El Gobierno seguiría en funciones hasta la investidura de quien proponga el Rey. Una investidura no es una moción de censura y habría posibilidades de que saliera adelante.

Además, se podría proponer un candidato que no genere tanto rechazo. Y en el peor de los casos, de no lograrse la investidura dos meses después del primer intento, el Rey convocaría elecciones.

Si no dimite, mañana Sánchez será el Presidente del Gobierno apoyado por quienes quieren liquidar España.

Por lo tanto, Cospedal miente; no da lo mismo que dimita que el que no lo haga. Decir que eso sería ponérselo más fácil a Sánchez es una mentira mayor que lo de la liquidación en diferido a Bárcenas. Ponérselo fácil es no tratar de impedir que mañana sea Presidente, que ya está bien de tomaduras de pelo. Rajoy y el PP se rinden sin intentar nada. Esto, unido al desprecio de Rajoy al no aparecer esta tarde, haría merecedor al PP de desaparecer como UCD.

¿Negociando in extremis?


Rajoy puede estar intentando pactar su dimisión a cambio del apoyo a una investidura de alguien del PP. Pero puede no dimitir esperando a que Sánchez se queme. El problema es que nosotros seremos las brasas.
En cualquier caso, decidirá lo que menos le dañe a su persona. Eso por encima del PP o de España, seguro.
¡Ah!, y lo que más dañe a Ciudadanos. Claro.

Adiós Rajoy.


¿Rajoy dimitirá? El PNV habría forzado la dimisión de Rajoy bajo la amenaza de apoyar la moción de Sánchez. Creen que es la opción que menos favorecerá a Cs y eso es determinante. El temor a que Cs llegue al poder les ha condicionado, pues suponen que eliminará buena parte de sus prebendas.

El Gobierno continuará en funciones sin él, Soraya asumirá la Presidencia en funciones hasta que el Rey proponga un candidato al Parlamento. Este condidato, de ser investido, será quien pueda entonces convocar elecciones.

A no ser que crea que a la hora de la votación algunos de los que han confirmado su voto se eche atrás. O se pongan enfermos. De momento parece que está en un restaurante cercano al Congreso en vez de en el hemiciclo.

¿Y ahora qué puede pasar?


¿Qué pasa si Rajoy dimite antes de que se vote la moción de censura de Sánchez?

  • Rajoy ya no puede convocar elecciones pero podría evitar que Sánchez se convierta en presidente (aunque tuviera los votos necesarios) anticipándose con una dimisión. 
  • El escenario sería idéntico al del inicio de la legislatura: el rey tendría que proponer candidato a la investidura, pero sin plazos. Santamaría asumiría la presidencia en funciones.
  • El dilema del PNV: 4 razones a favor y 3 en contra para apoyar la moción de Sánchez

Mariano Rajoy no puede convocar elecciones generales. Según el artículo 115.2 de la Constitución, el presidente del Gobierno perdió el viernes pasado esa facultad, una de las pocas que tiene en exclusiva, cuando Pedro Sánchez registró en el Congreso de los Diputados una moción de censura al Gobierno que en ese momento comenzó su tramitación parlamentaria. 
¿Qué puede hacer ahora Mariano Rajoy para evitar que Pedro Sánchez sea presidente? Por una parte, gestiones políticas para evitar que el líder del PSOE y candidato a la presidencia tenga los 176 votos (la mayoría absoluta del Congreso) necesarios para que prospere la moción. Si a Sánchez no le votan ni Ciudadanos ni el PNV, Rajoy acabará la semana como presidente con sus funciones legalmente intactas
Sin embargo, Rajoy podría dimitir como presidente en cualquier momento antes de que el Congreso vote la iniciativa socialista. Aunque el Gobierno lo descarta, el presidente siempre tiene a su disposición ese botón nuclear si cree (o sabe) que va a ser desalojado por el Congreso. 
El debate comienza este jueves, pero está previsto que la votación sea el viernes a lo largo de la mañana. Antes de que comience la votación, el jefe del Ejecutivo puede anunciar que dimite y la moción irá directamente al cajón. El debate se interrumpiría y la votación no tendría nunca lugar. 

Una vez dimitido Rajoy...

¿Qué pasa si Rajoy renuncia? El proceso está reglado en la Constitución y en la Ley del Gobierno. Si el presidente dimite, el Gobierno en su conjunto entra en funciones, según el artículo 101 de la Constitución. 
Eso quiere decir que Rajoy habría dimitido como jefe del Gobierno pero el resto del Gobierno seguiría en funciones hasta que un nuevo Ejecutivo tome el testigo tras ser elegido su presidente en el Congreso. Soraya Sáenz de Santamaría, en tanto que única vicepresidenta (y ministra de mayor rango), asumiría las funciones de la presidencia en funciones.
No ocurriría así lo que a Adolfo Suárez, único presidente que dimitió en democracia. Lo hizo el 29 de enero de 1981 pero siguió en funciones hasta que fue investido Leopoldo Calvo Sotelo, que necesitó dos sesiones diferentes. En la primera, el 23 de febrero de 1981, el teniente coronel Antonio Tejero irrumpió armado en el hemiciclo y perpetró un golpe de Estado. 
El Gobierno en funciones no puede convocar elecciones. La Ley del Gobierno dice en su artículo 21.4.a que no puede "proponer al Rey la disolución de alguna de las Cámaras, o de las Cortes Generales". 

El rey entra en escena

Según el artículo 99 de la Constitución, comenzaría un proceso idéntico al del inicio de la legislatura, cuando se constituye el Congreso de los Diputados. El rey iniciará un proceso de consultas con los representantes de los partidos con presencia en el Congreso y propondrá a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, un candidato a la investidura. Será Pastor quien fije el día para que comience el debate. 
Este proceso no tiene plazos concretos y el rey podría no proponer a ningún candidato si los representantes políticos rechazan presentarse o aseguran que no van a contar con los apoyos. Esa fue la situación que sobrevoló el año 2016, inédita hasta la fecha. 
En este escenario, el Gobierno seguiría en funciones sine die sin que hubiera posibilidad de que se convocasen elecciones, ya que ni el rey, ni la presidenta del Congreso pueden disolver las cámaras y llamar a las urnas. 

El desbloqueo

Sin embargo, con que hubiera un candidato a la presidencia propuesto por el rey, el proceso se desbloquearía. El reloj comienza a contar en cuanto se produce la primera votación para investir a un presidente y siempre que resultase infructuosa. Si el Congreso no consigue elegir presidente, en el plazo de dos meses desde la primera votación de investidura las cámaras se disolverían y habría elecciones. Es exactamente lo que pasó cuando Sánchez naufragó en marzo de 2016 y acabó habiendo elecciones en junio de ese año. 
La dimisión de Rajoy podría llevar a nuevas elecciones en cuanto el rey propusiese a un nuevo candidato, pero ese candidato tendría más fácil ser elegido que a través de la moción de censura. Para la moción son necesarios 176 votos a favor. Para una investidura, en segunda votación, sólo más síes que noes. En otras palabras: una dimisión de Rajoy para que Sánchez no sea elegido con 176 podría facilitar que, dentro de unas semanas, Sánchez fuese elegido con menos votos que esos. 

Empieza el drama. Prólogo.



En el PNV hay lío, pero también hay quien manda; así que todo pendiente de lo que mande Urkullu. Aunque ya se dice que le han pedido a Rajoy que dimita. Lo de la reunión del Euzkadi Buru Batzar es una forma de contentar a sus bases con una imagen de democracia interna, pero no es Ortuzar el que de verdad manda.

Fernández Díaz, amigo íntimo de Rajoy, no ha negado que éste pueda dimitir. Soraya sí ha dicho que el Presidente no dimitirá "ni hoy ni mañana".

Desde Cs se es pesimista, o sea, creen que la moción puede salir adelante si no decae por la dimisión de Rajoy.

No es la corrupción lo que se carga a Rajoy, es la mentira y su falta de credibilidad. Y la irresponsabilidad de Sánchez, capaz de darle la llave de España a los enemigos de España con tal de dormir unos meses en la Moncloa y cobrar la pensión vitalicia como ex presidente.

A Rajoy se le sentó en el banquillo siendo Presidente. Como testigo, sí; pero ese testimonio, calificado en la sentencia de poco creíble, ha acabado con su Presidencia. Con un gobierno de Sánchez y sus apoyos, lo meten en Estremera.

miércoles, 30 de mayo de 2018

La moción avanza.


El PNV tiene como objetivo no reforzar a Cs pues sabe que estos frenarían en seco sus aspiraciones. Por lo tanto harán lo que menos beneficie a Rivera y a su formación. Apoyar ahora a Rajoy entiende que es favorecer a Cs, que seguirá recibiendo apoyos de los que votaban PP.

Por otra parte, Sánchez les ofrece más que lo que les ofrece Rajoy. La línea roja de éste ya no puede desplazarse más. Sánchez parece no tenerla respecto al PNV.

Cada vez es más posible que la moción prospere. Sólo decaería si Rajoy dimite.

La farsa nacional.



Torra acepta las condiciones del Gobierno y propone un gobierno sin fugjitivos ni presos para así poder apoyar la moción de censura, porque así aparenta normalidad (ya no son independentistas) y Sánchez contará con los apoyos de los independentistas diciendo que no lo son, pues hasta el Gobierno considera que ese gobierno catalán acata la Constitución. ¡Viva la mentira, antes muertos que veraces!

El PNV es la clave. Por eso el PP lo mima y Rajoy ha dicho que no se hable mal de ellos. Orden tajante. A Rajoy lo tienen comiendo en su mano. Sánchez les ofrecerá de todo, pero tienen la duda de su continuidad. Con que la mitad de sus diputados apoye a Sánchez y Bildu vaya a votar, ya está. Recordar que el PNV ya estuvo en dos bandos a la vez. En la guerra.

En el PP ya empiezan a contemplar la dimisión de Rajoy. Muy tarde. ¿Se acuerdan cuando todos los partidos hablaban de transparencia? Pues de transparencia nada. Sus votantes no saben lo que harán. Tan sólo Cs parece aclarar su intención, la inmediata digo, pero ha perdido la iniciativa, ahora la tiene Sánchez. Ya veremos. No es imposible que la moción prospere. Incluso Cs podría apoyarla si Sánchez pone fecha a elecciones en octubre y no busca apoyos independentistas. Se han planteado esa posibilidad.

Pero no la apoyará, seguro. Así que, como con los presupuestos, el PNV con cinco diputados tiene la llave del futuro de España. De la que, por cierto, quiere dejar de formar parte, no lo olvidemos.

Y mientras, la economía resintiéndose, la bolsa cayendo y la prima de riesgo camino de convertirse en "la prima de Zumosol".

Lo único que está claro es que la moción no responde más que al ansia de Sánchez por saltarse la decisión de los ciudadanos en las urnas. Su empeño por llegar a la Moncloa es por salvarse él. Lo de la corrupción no es más que una excusa populista. Ni el PSOE ni buena parte de sus posibles apoyos tienen autoridad moral alguna para hablar de la corrupción de otros sin hablar antes de la suya propia.

Y la moción también se debe a un intento de salvar la partitocracia y su corruptela de un posible triunfo electoral de Cs. Y en eso también está el PP. No conviene olvidarlo.

viernes, 25 de mayo de 2018

Centrando el foco



Ciudadanos está sopesando seriamente pedir la dimisión de Rajoy. Una solución "a la murciana", como con Cifuentes, para seguir manteniendo un gobierno del PP pero sin Rajoy. Auque en este caso la sentencia sea contra el PP, no contra Rajoy específicamente, la propia sentencia deja en entredicho al Presidente dudando de su credibilidad.

Lo que sí creo que hará Rivera es romper el pacto de investidura, incumplido casi en su totalidad por el PP, y exigir firmeza ante el separatismo. Faltan 20 días para la reunión de su ejecutiva, si no se adelanta su convocatoria, y puede que no se sepa nada hasta entonces. Hasta ahora siempre se han tomado su tiempo.

Juegos electorales.


El PSOE presentará la moción de censura -o a lo mejor lo que hace es anunciar que la va a presentar, no que la presenta ya-, por un cálculo electoral. Creen que aunque no salga adelante ganarían más votos (o perderían menos) que si no la presentan y, además, obligarán a Rivera a retratarse. Piensan que eso puede perjudicarle, y ya se sabe que ese es el objetivo fundamental de la partitocracia, y por tanto pueden frenar la subida de Cs y la fuga de votos a esa formación.

Por ello, apostaría a que la moción de censura se presentará sí o sí, y se convertirá en el monotema de los próximos meses. En el PP están haciendo también sus cálculos, así que El criterio también será electoral. El cambio de candidato y la convocatoria de elecciones dependerá de lo que entiendan que menos votos les cuesten.

Ciudadanos se ha curado en salud marcando un antes y un después ante la sentencia, aunque creen que sería un mal momento por lo de la crisis catalana. Pero también contemplan la pésima imagen internacional de un gobierno de un partido condenado, aunque no sea una condena por lo Penal sino por lo Civil.

Por lo tanto, este intento del PSOE de recuperar la iniciativa y de centrar el foco informativo, al final lo centrará Rivera, que ante esta panda de políticos que padecemos parece ya un gigante político. Y la verdad es que está demostrando ser el más listo. Pero me temo que aquí mandan los tramposos, así que ya veremos si no es esa moción la que, de una forma u otra, se carga a Rajoy dejando a Cs descolocado. Sánchez es muy capaz de dejar en manos nacionalistas el futuro si ese futuro incluye su estancia en la Moncloa, anque sea de un minuto.